- Más Información: Final Four de la Euroliga: dónde ver en TV en España, todos con Juancho Hernangómez
El Mónaco dio la gran sorpresa de esta edición de la Euroliga al eliminar al favorito Olympiacos y asegurarse un lugar en la final del torneo continental. En un partido donde la intensidad defensiva fue protagonista, el equipo del Principado impuso un ritmo físico muy duro, que logró limitar las opciones ofensivas del conjunto griego, que había sido campeón de la fase regular.
La baja producción de su estrella, Sasha Vezenkov, fue un factor clave para que los monegascos pudieran tomar el control del encuentro y mantener la ventaja hasta el pitazo final. El equipo dirigido por Vassilis Spanoulis, un exjugador legendario, mostró carácter y supo manejar la presión sin complejos, enfrentándose a uno de los grandes candidatos al título.

La defensa asfixiante y el control del ritmo del juego hicieron que Olympiacos se viera lejos de su mejor versión, sin tiros cómodos y con muchos errores en ataque. Así, el Mónaco alcanzó un logro histórico. Por primera vez disputará la final de la Euroliga, un paso gigante para un club que sigue creciendo en el baloncesto europeo.
Mike James, la gran figura del encuentro
La actuación individual de Mike James fue determinante para que el Mónaco lograra esta hazaña. El base estadounidense tomó la responsabilidad desde el arranque, convirtiéndose en el líder ofensivo con 17 puntos y 7 asistencias, además de una valoración total de 29.
Su capacidad para anotar y generar juego fue clave para que el equipo monegasco mantuviera la ventaja y controlara el ritmo del partido durante los 40 minutos.
Por el lado de Olympiacos, Vezenkov fue anulado por la férrea defensa rival, especialmente por la labor de Blossomgame y Diallo, que le impidieron desplegar su juego habitual. La falta de recursos ofensivos quedó en evidencia, a pesar del esfuerzo individual de Evan Fournier, quien fue el único que pudo sostener a su equipo con una buena producción anotadora, aunque no fue suficiente para evitar la derrota.
El camino hacia la gloria europea
El Mónaco se medirá en la final con el Fenerbahce, otro equipo que logró eliminar a un gigante como el Barcelona. Este duelo promete ser muy intenso y competitivo, ya que ambos equipos disputan su primera final de Euroliga y buscan una corona histórica. La defensa sólida y el equilibrio colectivo serán las claves para que el club del Principado siga soñando con levantar por primera vez el trofeo más prestigioso del baloncesto europeo.
Por su parte, Olympiacos tendrá que conformarse con pelear por el tercer puesto, manteniendo la llamada “maldición” que pesa sobre los líderes de la fase regular, que nunca han logrado el título desde que se implementó el formato actual.
Así, el Mónaco se consolida como la gran revelación de la temporada, dejando claro que la Euroliga no es territorio exclusivo de los favoritos. El equilibrio, la defensa y el trabajo en equipo pueden derribar a cualquiera en este torneo.