Cuando Damon Albarn, vocalista de Blur y fundador de la banda virtual Gorillaz, viajo a China en 2004 tenía muchas cosas en la cabeza. Por un lado, ya empezaba a desmoronarse el proyecto de la cinta inspirada en su grupo de personajes animados y además estaba terminando de grabar ‘Think Tank’, el disco menos popular de la banda británica que en su momento disputo el trono del britpop a Oasis, y el único sin su compañero de composición: el guitarrista Brian Cox.
Durante el viaje, desplazándose en tren desde Beijing hasta Mongolia, se consiguió con la parte del país asiático que no sé pública en sus medios de comunicación. «Cuencos de polvo, tierra suelta que se transforma rápidamente en desierto. Hay pequeños pueblos satélite en medio de estos semidesiertos que están completamente derruidos. Y esta zona es del tamaño de Europa. Y luego te despiertas por la mañana con esta pesadilla en la cabeza: cielo azul y arena hermosa, que ahora se ve fantástica, pero probablemente era otra cosa hace millones de años. Y eso nos sucederá en nuestra vida», contó Albarn en 2005 a la desaparecida revista Notion.

La imagen que le quedó al compositor en su cabeza, un desierto con una noche permanente, es sobre la que se construye ‘Demon Days’, un disco sobre esa oscuridad eterna. Pero cuando esta idea se mueve a través del filtro de Gorillaz termina siendo un abanico de todos los estilos musicales que escucha su creador, y líricamente tanto una advertencia sobre la oscuridad que ya se dibujaba para el mundo en 2005, y también un recordatorio de que en el medio de todo el caos se puede bailar.
UN CAMBIO DE SONIDOS
Lo cierto es que cuando publicaron su debut homónimo en 2001, los Gorillaz, en la ficción 2D, Murdock, Noodle y Russel, ya era evidente que la combinación de sonidos y géneros era una parte clave de su estilo. Sin embargo, en este segundo trabajo la combinación de ritmos y géneros musicales tiene algo más de forma, y la experimentación cuida las formas de la canción pop. No es casual que el disco tenga hits tan conocidos como ‘Dirty Harry’, ‘Feel Good Inc.’ o ‘Dare’, pero además que las canciones fluyan de forma tan natural entre una canción y otra.
Es que aunque las letras incluyen una oscuridad que está presente en todo el trabajo, recogiendo temas como la violencia en ‘Kids With Guns’, la critica al capitalismo en clave de funk electrónico y rap de ‘Feel Good Inc’, las fábulas ambientalistas de ‘Every Planet We Reach Is Dead’ o ‘Fire coming out of a monkey’s head’ o las advertencias sobre la comercialización de la industria musical de ‘November Has Come’. También hay espacio para la fiesta, con ‘Dirty Harry’ y ‘Dare’ construyéndose sobre ritmos de electrónica pegajosos e inescapables.
Por supuesto que el arma secreta es la producción. Un jovén Danger Mouse, que ya había grabado el experimental ‘Grey Album’, cruzando el trabajo de los Beatles con el del rapero Jay Z, pero todavía no había formado Gnarls Barkley, ni colaborado extensivamente con MF Doom o producido el trabajo de artistas como U2, Beck o The Black Keys. Él le da al disco su sentido de cohesión, aunque para ello se sacrifiquen exploraciones musicales del primer disco como el casi bolero ‘Latin Simone (¿Qué Pasa Contigo?)’, junto a Ibrahim Ferrer o ‘Punk’, lo más parecido a un tema de Blur en la discografia de Gorillaz.
AMPLIANDO LA LISTA DE COLABORADORES DE GORILLAZ
Pero además de ser un espacio para explorar las ideas musicales más lejanas al rock de su fundador, o para un espacio para que Jamie Hewlett juegue con los diseños de estos personajes, Gorillaz es también un espacio para colaborar con artistas que le interesen. ‘Demon Days’ no es la excepción, casi todas las canciones cuentan con al menos un invitado, algunos de los cuales son precisamente los encargados de elevar las canciones.
Es que el trio de hip hop De La Soul es clave para que funcione ‘Feel Good Inc’, todavía el tema más exitoso de la banda, ‘Every Planet We Reach Is Dead’, cuenta con Ike Turner en las teclas, en lo que resultaría ser una de sus últimas grabaciones, la explosión de ‘Dirty Harry’ depende, sobre todo, de Bootie Brown, una de las voces del grupo de hip hop The Pharcyde e Incluso Dustin Hoffman aparece para recitar la introducción de ‘Fire Coming Out of the Monkey’s Head’.