Para muchos hogares españoles, mantener a raya la factura eléctrica se ha convertido en una auténtica prioridad. Y no es para menos: con un consumo anual que puede alcanzar los 5.700 kWh, traducido en hasta 1.700 euros al año según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), cualquier pequeño gesto puede marcar la diferencia. Pero ¿cómo saber qué electrodoméstico está disparando el contador? La clave está en aprender a medir el consumo eléctrico, y la organización tiene la respuesta.
Desde cómo leer correctamente una etiqueta energética hasta la mejor forma de detectar el gasto oculto del modo espera, la OCU ofrece una serie de pautas muy claras que permiten conocer con precisión el impacto de nuestros aparatos eléctricos. En este artículo, te explicaremos que aspectos debes tener en cuenta para ahorrar energía y dinero.
2Trucos infalibles de la OCU para calcular el consumo de tus electrodomésticos

¿Sabías que tu frigorífico puede consumir más de 300 kWh al año? ¿Y que una lavadora, dependiendo del uso, puede llegar a duplicar ese número? La OCU explica que todo empieza por mirar la etiqueta energética. En los frigoríficos, esta etiqueta indica el consumo anual, mientras que en lavadoras y lavavajillas se presenta como consumo por ciclo.
Pero esto solo ofrece una estimación. Para obtener una cifra real, adaptada al uso concreto de cada familia, es necesario consultar la ficha técnica o la placa de características del aparato, donde se indica la potencia en vatios (W). Una vez que conocemos este dato, solo hay que multiplicarlo por el número de horas que usamos el electrodoméstico y dividirlo entre 1.000. El resultado nos dará el consumo en kWh.
Veamos un ejemplo sencillo: si un microondas tiene una potencia de 1.000 W y lo usamos 30 minutos al día (es decir, 0,5 horas), su consumo diario sería de 0,5 kWh. Al mes, eso supone 15 kWh, lo que se traduce en 4,5 euros si el kilovatio cuesta 0,30 euros. Multiplicado por 12, el gasto anual alcanza los 54 euros. Una cifra nada despreciable si consideramos que solo hablamos de un aparato.
Para facilitar este cálculo, la OCU recomienda el uso de medidores de consumo eléctrico, dispositivos que se enchufan entre el aparato y la toma de corriente y ofrecen una lectura en tiempo real. Son asequibles, fáciles de usar y, sobre todo, permiten tomar decisiones informadas.