El Gran Premio de Emilia Romagna nos dejó una de las sorpresas más emocionantes y espectaculares de la temporada. Fernando Alonso, en un fin de semana cargado de sensaciones, firmó una clasificación memorable que lo ubicó quinto en la parrilla de salida. Lo consiguió con una mezcla perfecta de estrategia, talento y determinación, en un circuito que guarda algunos de los recuerdos más brillantes de su carrera.
Este regreso al frente no solo devuelve a Fernando Alonso al centro de atención, sino que también marca un punto de inflexión para Aston Martin, que finalmente ha respondido a las expectativas que generó al comienzo del año. La influencia de Adrian Newey empieza a notarse y el AMR25 se mostró más competitivo que nunca.
8Más allá de los números, magia en la pista

Fernando Alonso no solo sorprendió por el resultado, sino por la manera en que lo consiguió. Superó a los Ferrari, a su compañero de equipo, a los Williams y a jóvenes talentos como Hadjar y Antonelli. Todo gracias a una lectura impecable de carrera y una vuelta final que parecía sacada de otra época.
Sus palabras después de la clasificación fueron mesuradas. No quiso alimentar expectativas, aunque reconoció que las mejoras funcionaron. “No es un coche fácil, pero hemos sido más competitivos”, resumió Fernando Alonso.