El Gran Premio de Emilia Romagna nos dejó una de las sorpresas más emocionantes y espectaculares de la temporada. Fernando Alonso, en un fin de semana cargado de sensaciones, firmó una clasificación memorable que lo ubicó quinto en la parrilla de salida. Lo consiguió con una mezcla perfecta de estrategia, talento y determinación, en un circuito que guarda algunos de los recuerdos más brillantes de su carrera.
Este regreso al frente no solo devuelve a Fernando Alonso al centro de atención, sino que también marca un punto de inflexión para Aston Martin, que finalmente ha respondido a las expectativas que generó al comienzo del año. La influencia de Adrian Newey empieza a notarse y el AMR25 se mostró más competitivo que nunca.
3Aston Martin y una mejora que ya se nota

El nuevo paquete de mejoras que Aston Martin introdujo en Ímola comenzó a dar frutos visibles. El coche, que hasta ahora mostraba altibajos, respondió de manera sobresaliente en un trazado exigente. Por primera vez en 2025, ambos pilotos del equipo alcanzaron la Q3.
Lance Stroll también se metió entre los diez mejores, confirmando que el AMR25 ha dado un paso adelante. La estrategia fue brillante. Optaron por neumáticos de banda amarilla cuando la mayoría apostaba por los blandos, lo que les permitió un rendimiento más estable durante la clasificación.