El Gran Premio de Emilia Romagna nos dejó una de las sorpresas más emocionantes y espectaculares de la temporada. Fernando Alonso, en un fin de semana cargado de sensaciones, firmó una clasificación memorable que lo ubicó quinto en la parrilla de salida. Lo consiguió con una mezcla perfecta de estrategia, talento y determinación, en un circuito que guarda algunos de los recuerdos más brillantes de su carrera.
Este regreso al frente no solo devuelve a Fernando Alonso al centro de atención, sino que también marca un punto de inflexión para Aston Martin, que finalmente ha respondido a las expectativas que generó al comienzo del año. La influencia de Adrian Newey empieza a notarse y el AMR25 se mostró más competitivo que nunca.
1Una clasificación para el recuerdo de Fernando Alonso

En una jornada donde Oscar Piastri se quedó con la pole y Max Verstappen fue segundo, fue Fernando Alonso quien se robó todas las miradas con una vuelta magistral en el cierre de la Q3. Con neumáticos medios y una jugada táctica que desafió el consenso general, el asturiano se coló entre los mejores, dejando atrás a pilotos de renombre.
Desde el inicio de la temporada no había logrado superar el puesto 12, pero en Ímola Alonso regresó con fuerza. Su mejor actuación del año lo coloca en posición para pelear por puntos importantes e, incluso, algo más si la carrera le ofrece oportunidades.