En un mercado saturado de marcas premium y tecnología de diseño, Lidl ha vuelto a sacudir la industria con una propuesta que roza lo revolucionario: una cafetera de cápsulas por apenas 50 euros que promete competir de igual a igual con gigantes como Nespresso.
La clave de este nuevo fenómeno no es solo el precio. Detrás de la nueva cafetera Silvercrest hay una combinación inteligente de calidad, funcionalidad y oportunidad que ha hecho que miles de consumidores se lancen a por ella sin pensarlo. Pero, ¿qué tiene esta máquina para haber desatado semejante locura? ¿Está Lidl marcando un nuevo rumbo para el café doméstico?
3Crónica de un éxito anunciado: la estrategia imbatible de Lidl

No es la primera vez que Lidl genera colas —físicas o digitales— con uno de sus lanzamientos. Desde batidoras a robots de cocina, la cadena alemana ha convertido en costumbre el agotar existencias en cuestión de horas. Pero lo de esta cafetera va un paso más allá, consolidando un patrón que combina escasez controlada, precio competitivo y una promoción que muchas veces ni siquiera depende de la propia empresa.
La cafetera Silvercrest ha sido víctima —o mejor dicho, protagonista— de esta espiral de entusiasmo. En apenas horas tras su salida al mercado, voló de las tiendas físicas y también de la tienda online de Lidl, que tuvo que colgar el cartel de «agotado» mientras los usuarios compartían su decepción y su esperanza de que pronto vuelva a estar disponible.