Especial 20 Aniversario

El aceite de oliva se desploma y el chocolate es el nuevo enemigo para el coste de la vida

Sí, el «anunciado» desplome del precio del aceite de oliva es un hecho. Este mes de abril de 2025, la inflación general en España mostró signos de moderación al situarse el IPC en un 2,2%, la tasa más baja desde octubre y acercándose al objetivo marcado por el Banco Central Europeo, lo que parece representar una buena noticia para los consumidores. Esta reducción se debe principalmente a la bajada de los precios energéticos (algo poco usual), impulsada por un aumento en la producción renovable y menores costes del gas y carburantes.

Publicidad

Sin embargo, la inflación subyacente, que excluye la energía, sigue en aumento, afectando especialmente a alimentos básicos como el chocolate, el café, los huevos y la carne, cuyos precios continúan elevándose con incrementos superiores al 13%.

El aceite de oliva, uno de los productos más emblemáticos y consumidos en España, ha experimentado un desplome de su precio en el mercado, cayendo un 42% respecto a abril de 2024, una caída que ya los expertos habían anunciado. Pese a esta caída, su coste en los supermercados sigue siendo elevado, situándose en torno a 5-6 euros por litro, muy lejos de los precios anteriores a la guerra en Ucrania y aún con un aumento del 50% respecto a febrero de 2022.

Y por si fuera poco, la reciente imposición de un arancel del 20% por parte de Estados Unidos (para los que creían que los aranceles de Trump no se iban a sentir en el bolsillo) sobre productos europeos, incluido el aceite de oliva, amenaza con complicar aún más la situación del sector, afectando hasta el 40% de las exportaciones españolas hacia Norteamérica.

Ante este panorama, los productores enfrentan una difícil encrucijada: “la posible saturación del mercado europeo con el aceite que no se exporta a EE.UU. podría provocar una caída adicional de precios, mientras que la retención de producto para mantener márgenes podría encarecer aún más el precio para los consumidores españoles”. A esto se suma la presión que sufre el sector en origen, donde el aceite se vende a precios muy bajos, causando pérdidas millonarias para agricultores y cooperativas.

Mientras tanto, el encarecimiento persistente de productos como el chocolate se convierte en el nuevo enemigo para el coste de la vida, complicando aún más el presupuesto familiar en un contexto de inflación alimentaria que aún no cede.

El desplome del precio del aceite de oliva frente al año pasado

El Desplome Del Precio Del Aceite De Oliva Frente Al Año Pasado
Fuente: Agencias

El precio del aceite de oliva ha sufrido una caída significativa del 42% en abril de 2025 en comparación con el mismo mes del año anterior, una noticia que sorprende tras meses de estabilidad relativa, aunque ya los expertos en el sector lo habían anunciado, nadie esperaba que fuese tan rápido. Esta caída se produce en un contexto donde, pese al desplome, el precio del litro de aceite sigue siendo el doble que antes de la guerra en Ucrania, reflejando las secuelas prolongadas de la crisis global en la cadena de producción y distribución.

Son varios los factores que explican esta bajada, los más mencionados por los expertos; una mayor producción y la entrada de stock acumulado en el mercado, además del aumento de las ventas que ha permitido absorber parte de la oferta. No obstante, esta bajada del precio en origen no se traduce automáticamente en una reducción para el consumidor final, por lo que tendremos que seguir esperando a ver el precio ajustado del aceite de oliva en los supermercados.

Publicidad

Organizaciones agrarias alertan que los precios en los supermercados aún están elevados, entre 5 y 6 euros por litro, debido a la “especulación” y los márgenes en la cadena de distribución. A pesar del desplome, el consumidor todavía enfrenta un coste elevado que tensiona el presupuesto familiar, en un contexto donde otros alimentos básicos como el chocolate o los huevos siguen con precios al alza.

La amenaza de los aranceles estadounidenses y su impacto en el sector

La Amenaza De Los Aranceles Estadounidenses Y Su Impacto En El Sector
Fuente: Agencias

La imposición de aranceles del 20% por parte de Estados Unidos a productos europeos, incluido el aceite de oliva español, representa un grave desafío para el sector, uno de los más grandes enfrentados hasta ahora. Con el 40% de las exportaciones de aceite destinadas a Norteamérica, esta medida podría provocar un fuerte impacto económico en los productores nacionales.

Los economistas y expertos en el sector, advierten que esta política comercial no solo amenaza el comercio internacional tal como se ha conocido, sino que puede provocar un efecto dominó que afectará tanto a productores como consumidores, con un probable encarecimiento del producto en el mercado nacional.

El impacto no solo sería económico sino estructural, ya que refleja un cambio en la dinámica global del comercio internacional hacia un proteccionismo creciente. Para España, cuyo aceite de oliva es un producto emblemático y clave en la balanza comercial, esta situación obliga a “repensar la estrategia de exportación” y la dependencia de mercados externos, de hecho ya se han adelantado algunas medidas en este sentido, como la diversificación de mercados por ejemplo, pero hasta que estas medidas se concreten el impacto al sector puede ser difícil de recuperar.

La incertidumbre sobre la evolución de estos aranceles mantiene en alerta a todo el sector, que debe buscar nuevas vías para minimizar el daño y proteger su rentabilidad.

Situación actual del mercado y las pérdidas en el sector productor

Situación Actual Del Mercado Y Las Pérdidas En El Sector Productor
Fuente: Agencias

Aunque en los supermercados el precio del aceite de oliva parece haberse estabilizado en torno a los 5 o 6 euros por litro, la realidad para los productores es muy distinta. Las organizaciones agrarias como COAG y UPA han denunciado que el precio en origen ha caído peligrosamente por debajo de los 3,5 euros, incluso por debajo de los 3 euros para algunos tipos de aceite.

Esta brecha entre el precio de producción y el precio final está generando pérdidas millonarias para el sector, que ya ha sufrido una caída acumulada de 2.800 millones de euros en los últimos siete meses. El problema se agrava debido a que, a pesar de la buena demanda y un ritmo de ventas más alto que el del año pasado, la rentabilidad para los agricultores es insuficiente.

Contradictoriamente, aunque el volumen de producción vendido hasta abril supera el 60% del total anual, pero el precio en origen continúa en mínimos históricos. Los productores hacen un llamado a la “prudencia y madurez” para evitar estrategias que hundan aún más los precios, y solicitan mayor apoyo institucional para garantizar la sostenibilidad del sector ante estas circunstancias adversas.

Publicidad