El futuro de César Azpilicueta parece alejarse definitivamente del Atlético de Madrid. El lateral navarro no ha tenido la continuidad esperada bajo las órdenes de Diego Pablo Simeone, y tanto el club como el propio jugador han tomado la decisión de separar sus caminos este verano. La prioridad de Azpilicueta era regresar a casa y vestir la camiseta de Osasuna, equipo del que es confeso seguidor y con el que mantiene un fuerte vínculo emocional.
Sin embargo, en una carambola inesperada, Osasuna ha redirigido sus esfuerzos hacia otro jugador para reforzar su lateral derecho: Sergio Carreira, del Celta de Vigo. El joven carrilero ha despertado el interés del conjunto rojillo por su proyección y rendimiento en Balaídos, lo que, a efectos prácticos, cierra las puertas a un posible fichaje de Azpilicueta por el equipo navarro. Esta situación ha activado un nuevo escenario en el mercado.

El Celta se plantea el fichaje de Azpilicueta
Con Osasuna pujando fuerte por Carreira, el Celta podría verse obligado a buscar un recambio inmediato para esa posición. En ese contexto, el nombre de César Azpilicueta ha ganado fuerza dentro de la dirección deportiva celeste, que vería con buenos ojos incorporar a un jugador de su experiencia y jerarquía. Además, el hecho de que llegue como agente libre facilita una operación que, de otro modo, podría estar fuera del alcance económico del club gallego.
El fichaje de Azpilicueta aportaría no solo garantías defensivas, sino también un liderazgo valioso dentro del vestuario. El internacional español acumula una dilatada trayectoria en clubes como el Chelsea y el propio Atlético de Madrid, además de su peso en la selección nacional. Si bien el Celta está inmerso en un proceso de renovación y apuesta por el talento joven, incorporar a un veterano de esta talla puede equilibrar el proyecto y acelerar la madurez del grupo.
Una operación marcada por los movimientos del mercado
La llegada de Azpilicueta al Celta de Vigo dependerá directamente de que se concrete la salida de Sergio Carreira rumbo a Osasuna. Si se consuma esta operación, los gallegos tendrán margen y necesidad para cubrir el hueco en el lateral derecho, y el navarro es el perfil que más gusta. A sus 34 años, sigue manteniendo un nivel competitivo y podría ser una solución inmediata con rendimiento asegurado.
Todo apunta a que los próximos días serán clave para definir el futuro de Azpilicueta. Aunque su deseo inicial era volver a casa, el fútbol le podría llevar a Galicia, donde el Celta espera cerrar una incorporación que aporte solidez, veteranía y compromiso a su retaguardia. Una auténtica carambola de mercado con final inesperado.