El reciente análisis publicado por la Organización de Consumidores y Usuarios ha puesto sobre la mesa una realidad que muchos españoles intuían, pero pocos confirmaban: la mayoría de los seguros para dispositivos móviles no compensan económicamente. La OCU ha realizado un exhaustivo estudio comparativo analizando más de veinte pólizas ofrecidas por operadoras, fabricantes y aseguradoras especializadas, revelando datos que deberían hacer reflexionar a los consumidores antes de contratar estas coberturas adicionales. Los resultados no dejan lugar a dudas: en numerosas ocasiones, estas pólizas constituyen un gasto innecesario que no ofrece el respaldo prometido.
España cuenta actualmente con más de 55 millones de líneas móviles activas, lo que supone una media superior a un teléfono por habitante. Ante este panorama de dependencia tecnológica, las compañías han encontrado un filón en la comercialización de seguros específicos, aprovechándose de nuestro temor a quedarnos sin dispositivo o a enfrentar costosas reparaciones. Según detalla el informe de la OCU, la contratación de estas pólizas se ha incrementado un 27% en los últimos tres años, principalmente en el momento de adquisición del terminal, cuando el consumidor se encuentra más vulnerable y dispuesto a aceptar coberturas adicionales sin analizar detenidamente sus condiciones.
5LA OCU REVELA LAS ALTERNATIVAS QUE LAS ASEGURADORAS NO QUIEREN QUE CONOZCAS

Frente a los seguros específicos para dispositivos móviles, existen alternativas que muchos consumidores desconocen y que pueden resultar más ventajosas. Una de las opciones destacadas por la OCU son las coberturas incluidas en algunos seguros del hogar, que cada vez con mayor frecuencia incorporan protección para dispositivos electrónicos tanto dentro como fuera del domicilio. Estas pólizas suelen ofrecer condiciones más favorables y menor letra pequeña, aunque con limitaciones en cuanto al importe máximo cubierto.
Las tarjetas de crédito premium constituyen otra alternativa interesante. Muchas de ellas incluyen coberturas para compras realizadas con la tarjeta durante un período determinado, generalmente entre 90 y 180 días. La OCU indica que esta opción resulta especialmente atractiva para quienes ya disponen de estas tarjetas por otros motivos, ya que no supone un coste adicional y puede proporcionar una protección básica pero suficiente para muchos usuarios, aunque con procedimientos de reclamación habitualmente más complejos. También destaca la creciente oferta de garantías ampliadas por parte de algunos comercios, que pueden representar una solución intermedia más económica que los seguros tradicionales.