La Comunidad de Madrid ha dado un paso más en su estrategia fiscal con la aprobación de una nueva rebaja del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, beneficiando a cerca de 14.000 ciudadanos madrileños. Esta medida, que doblará el porcentaje de bonificación para las operaciones entre hermanos y tíos y sobrinos, representa un ahorro de 140 millones de euros anuales.
A través de esta reforma, se amplía significativamente el número de beneficiarios, incluyendo a un mayor número de parientes en el grupo III de consanguinidad, convirtiéndose así en la primera comunidad autónoma de España en aplicar un cambio de esta magnitud. Además, se introduce una mayor flexibilidad para las donaciones, permitiendo operaciones de hasta 1.000 euros sin la obligación de presentar autoliquidación o acudir a notario.
Sin embargo, este giro fiscal no está exento de controversia. Mientras que la Comunidad de Madrid continúa su “política de rebajas fiscales”, contrastando con las subidas impositivas del Gobierno central, algunos críticos sostienen que esta medida podría agravar aún más la desigualdad entre comunidades autónomas, favoreciendo a aquellos con mayores patrimonios.
A pesar de ello, el gobierno regional defiende que su modelo fiscal ha contribuido al aumento de la recaudación, con un incremento notable en los ingresos del IRPF en 2022. Este «mordisco» a los impuestos, centrado en las herencias, reafirma la posición de Madrid como la región con los impuestos más bajos del país, lo que, según sus responsables, refuerza la competitividad fiscal de la Comunidad frente a otras autonomías.
La rebaja fiscal que favorece a miles de madrileños: nuevos beneficios en herencias y donaciones
La reciente rebaja fiscal aprobada por el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid supone una significativa ventaja para alrededor de 14.000 ciudadanos, quienes verán reducido el impacto del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, una medida que muchos españoles esperan se extienda a otras Comunidades Autónomas. Este cambio eleva la bonificación del 25% al 50% para las transmisiones entre hermanos, tíos y sobrinos, además de extender los beneficios a todo el grupo III de parentesco. Una razón más que Madrid se posicione como un destino ideal para vivir.
Con un ahorro anual estimado en 140 millones de euros, esta reforma promete aliviar la carga tributaria de muchas familias madrileñas, lo que se traduce en un ahorro considerable en la transmisión de patrimonios. Además, la nueva normativa introduce cambios importantes en las donaciones, eliminando trámites y cargas administrativas para aquellas inferiores a 1.000 euros, una medida que podría impulsar las donaciones no solo entre familiares, sino a familias y asociaciones que lo necesiten.
Con una bonificación del 100% en estos casos, los madrileños podrán realizar donaciones de menor cuantía sin la obligación de presentar autoliquidación ni acudir a un notario para operaciones de hasta 10.000 euros. Este tipo de medidas refuerzan la política fiscal de Madrid, que continúa destacándose como la comunidad autónoma con los impuestos más bajos del país.
Madrid refuerza su liderazgo fiscal con la mayor bonificación en el Impuesto de Sucesiones
Con esta reforma, Madrid no solo se consolida como la región con los impuestos más bajos de España, sino que también refuerza su posición en el ámbito fiscal nacional. Desde 2019, el gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha aprobado “32 bajadas de impuestos”, apostando por un modelo que favorece a los contribuyentes y distingue a la región de otras comunidades autónomas.
Esta nueva bonificación, que beneficia a los grupos familiares más cercanos, incluye un aumento significativo de la reducción en el Impuesto de Sucesiones, lo que ha sido recibido de forma positiva por sectores como la economía y la sociedad civil. El nuevo enfoque fiscal de la Comunidad de Madrid se complementa con un aumento de la recaudación, evidenciado por el crecimiento de los ingresos del IRPF en 2022.
Esta política ha permitido que la región se posicione en la cima con el “Índice Autonómico de Competitividad Fiscal desde 2020”, y que sea la única autonomía sin tributos propios. En definitiva, esta rebaja fiscal pone a Madrid al frente del debate sobre la competitividad fiscal, no sólo con el Gobierno central, sino con otras Comunidades Autónomas, reforzando su atractivo tanto para los ciudadanos como para los inversores (un detalle que otras Comunidades Autónomas empiezan a valorar).
Controversia en torno a la medida: ¿un alivio para los herederos o un aumento de las desigualdades?
Evidentemente, esta medida de rebajar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones va asociada a una serie de ventajas fiscales, que ha generado un intenso debate sobre sus implicaciones sociales. Esto debido a que esta rebaja de impuestos, para algunos supone una compensación, especialmente a aquellos que heredan “grandes patrimonios”, y esto es justamente lo ha generado molestias en muchos sectores, que ven injusta la rebaja a un grupo que controla muchos recursos.
Sin embargo, otros argumentan que esta reforma profundiza las desigualdades, favoreciendo a los sectores de mayor poder adquisitivo y dejando atrás a las clases más desfavorecidas, que no suelen beneficiarse de estos beneficios fiscales. El modelo fiscal de Madrid ha sido duramente criticado por no contemplar los efectos redistributivos, lo que provoca que las rebajas impositivas no lleguen de forma equitativa a todos los ciudadanos.
Para los detractores de esta reforma, las políticas fiscales basadas en la reducción de impuestos podrían generar lo que ellos llaman una “concentración de riqueza” y una menor capacidad de las administraciones públicas para financiar servicios esenciales. La cuestión sigue abierta y será interesante observar cómo evolucionan los debates en torno a esta nueva medida.