Especial 20 Aniversario

Desde que hago esto ya no sale moho en los botes de tomate que guardo en el frigorífico

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Todos hemos aprendido por las malas que cuando abres un bote de tomates y no lo usas todo, cuando lo guardas en la nevera por  mucho tiempo termina dañado, vamos, lleno de moho, hay quienes optan por vaciar todo el producto en un tupper y de allí van tirando, con este truco le pueden ir alargando la vida al tomate, pero si eres de los curiosos que quieren conocer el final de todas las historias, quédate hasta el final que te contaré de que va este nuevo truco.  

Si alguna vez has abierto un bote de tomate y te has encontrado con una capa de moho que parece un experimento científico, te entiendo perfectamente. Es de esas cosas que te dan ganas de gritar “¡por qué a mí!” Mientras tiras media salsa a la basura. Pero tranquilo, que he pillado el truco definitivo para que eso no te pase nunca más. Es tan fácil y rápido que flipas, y encima mantiene tu tomate como recién abierto durante meses.

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El truco de la cubitera para que no salga moho en los botes de tomate

@microbiotadesdecero

Hoy os presentamos un truco con el que no volverás a tirar un bote de tomate abierto porque se haya llenado de moho. Únicamente necesitas una cubitera limpia (o varias dependiendo de la cantidad), a la que añadimos el tomate en todos los huecos y con la ayuda de una espátula dejamos todo homogéneo. Además le puedes agregar las especias que más te gusten. En este caso caso cúrcuma, ajo en polvo y orégano. Nos lo llevamos al congelador y en unas horas ya tienes unos dados congelados de tomate, con una gran durabilidad y que además están aromatizados y le darán un toque espectacular a tus platos. #moho #mohoeneltomate #tomatecongelado #lifehacks #desperdicioalimentario #tomatetriturado

♬ sonido original – Microbiotadesdecero

Sí, no me mires raro: una cubitera puede llegar a convertirse en tu nueva mejor amiga, según el usuario de TikTok @microbiotadesdecero. Solo tienes que coger ese tomate triturado que te sobra, echarlo en los huequitos de la cubitera como si fueran mini piscinas, y usar una espátula para que quede bien repartido. Mételo al congelador y en unas horitas tendrás cubitos de tomate listos para el rock and roll. ¡Así de sencillo!

Y aquí va el bonus: antes de congelarlo, échale un poco de orégano, ajo en polvo o pimienta si te va la marcha. Así, cuando los saques, ya vienen con el saborsazo incorporado y te ahorras aliñar después. ¡Es como magia culinaria, te lo juro!

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