La salida de Moldovan abre un hueco a Alejandro Iturbe en el primer equipo del Atlético de Madrid
Con la cesión de Horatiu Moldovan al Sassuolo, equipo de la Serie B de Italia, Alejandro Iturbe se encuentra ante su gran oportunidad en el Atlético de Madrid. Así, la portería rojiblanca se ha quedado con Jan Oblak como único inquilino y desde el club se busca un segundo portero de garantías que pueda suplir al esloveno en caso de lesión o sanción.
Desde las oficinas del Metropolitano se están valorando varios fichajes, entre ellos el de Walter Benítez, sin embargo, el Cholo Simeone podría ser el responsable de dar la alternativa al joven portero de la cantera, a quien algunos ya están comparando en nivel y proyección con el que fuera ídolo rojiblanco, David de Gea.
Iturbe ilusiona a la afición del Atlético
Mientras que desde las oficinas del Metropolitano se busca un sustituto para Moldovan, desde la grada se está pidiendo que Alejandro Iturbe goce de una oportunidad. Y es que, el guardameta madrileño no solo ha demostrado un nivel altísimo a las órdenes de Fernando Torres, si no que encarna como nadie el sentimiento atlético.
Y es que, no podemos olvidar que el joven arquero lleva desde el año 2008 defendiendo la portería colchonera y actualmente tiene contrato hasta el mes de junio de 2027. Además, dentro del equipo el guardameta está considerado como intocable y el técnico del filial le considera imprescindible en su plantilla.
Walter Benítez podría cerrarle la puerta
Con Jan Oblak como único portero en el Atlético de Madrid, Simeone está exigiendo un refuerzo de garantías. Iturbe podría ser una gran alternativa a coste cero, sin embargo, desde los despachos se está trabajando en traer un portero de más experiencia y con un precio contenido. En este perfil encaja el actual guardameta del PSV Eindhoven, Walter Benítez.
Así, Benítez, de 31 años, termina contrato dentro de menos de doce meses y desde el Atlético de Madrid son optimistas con que le puedan fichar por una cifra cercana a los tres millones de euros. De hecho, la oferta presentada al club neerlandés es de esos tres ‘kilos’ más una serie de variables de difícil cumplimiento en función de títulos y partidos disputados. El PSV, por su parte, pide ocho millones de euros, una cantidad que los madrileños no tienen pensado desembolsar por el jugador.