La política gallega se encuentra en un momento crucial bajo el liderazgo de Alfonso Rueda, presidente de la Xunta de Galicia. Tras asumir el cargo en abril y consolidar su posición con una mayoría absoluta en las elecciones de febrero, Rueda se enfrenta a un panorama complejo que requiere decisiones estratégicas y una visión a largo plazo para la comunidad autónoma.
En una reciente entrevista, Rueda ha delineado sus prioridades para el próximo curso político, revelando un enfoque multifacético que abarca desde la sanidad hasta la industrialización, pasando por la gestión fiscal y las relaciones con el gobierno central. Su agenda refleja los desafíos inherentes a gobernar una región con necesidades diversas, en un contexto nacional e internacional en constante evolución.
El desafío sanitario: Primaria en el punto de mira
La sanidad se perfila como uno de los ejes fundamentales de la gestión de Rueda. El presidente gallego reconoce abiertamente la escasez de médicos, un problema que se agudiza especialmente en la atención primaria. Esta situación ha generado críticas constantes y plantea un reto significativo para la administración.
Rueda ha anunciado un «especial esfuerzo» para cubrir las vacantes en Atención Primaria, aprovechando la flexibilización de criterios por parte del Ministerio de Sanidad para la acreditación de unidades docentes. Esta medida busca paliar la falta de facultativos que se hace más evidente durante los periodos estivales.
El gobierno gallego ha implementado un plan de refuerzo que ha logrado la colaboración voluntaria de casi 400 médicos. Rueda defiende que, aunque alcanzar una cobertura total de plazas en Primaria es un objetivo complejo, se han dado pasos importantes en comparación con años anteriores. El presidente aboga por mantener una mente abierta a «soluciones innovadoras, pero con garantías», reconociendo la necesidad de adaptarse a las nuevas realidades del sector sanitario.
Industrialización y gestión fiscal: Pilares del crecimiento económico
La industrialización de Galicia se posiciona como otra de las prioridades clave en la agenda de Rueda. El presidente gallego ha expresado su intención de impulsar este sector, reconociendo su importancia para el desarrollo económico de la región. En este contexto, los fondos Next Generation juegan un papel crucial como catalizadores de proyectos industriales.
Un ejemplo significativo es el proyecto de Altri en Palas de Rei, Lugo. Rueda anticipa que la resolución definitiva sobre este proyecto estará lista antes de fin de año, subrayando que la decisión se basará en criterios técnicos y no políticos. El presidente ha criticado el «silencio» del Gobierno central respecto a la financiación de este proyecto, sugiriendo una posible falta de apoyo a iniciativas industriales en Galicia.
En el ámbito fiscal, Rueda mantiene su compromiso con una política de reducción de impuestos, argumentando que esta estrategia «mueve la economía. Ha anunciado la implementación de una nueva rebaja fiscal en la tributación de herencias para parientes colaterales para el próximo año, y anticipa la posibilidad de más reducciones impositivas durante su legislatura. Sin embargo, enfatiza la necesidad de aplicar estas medidas con prudencia, reconociendo el impacto que tienen en las arcas públicas.
Relaciones institucionales y proyectos de infraestructura
Las relaciones con el gobierno central emergen como un punto de fricción en la agenda de Rueda. El presidente gallego ha expresado su malestar por no haber sido recibido aún por el presidente Pedro Sánchez, a pesar de haber tomado posesión de su cargo en abril. Esta situación, que Rueda califica de «surrealista», refleja las tensiones existentes entre ambas administraciones.
Rueda ha señalado varios temas pendientes en la relación con el gobierno central, como la necesidad de buscar soluciones para el tramo de O Fiouco en la A-8 y las deficiencias en la línea de alta velocidad Madrid-Galicia. El presidente gallego critica la falta de acción y compromiso por parte del Ministerio de Transportes para mejorar estas situaciones.
En cuanto a infraestructuras de titularidad autonómica, Rueda ha abordado la cuestión de las autopistas AG-55 y AG-57. Aunque reconoce el deseo de hacerlas gratuitas, por el momento no lo considera viable. Sin embargo, ha destacado la congelación de peajes como una medida de alivio para los usuarios.
El presidente gallego se muestra optimista sobre el futuro de Galicia, pero reconoce que su proyecto «necesita dos legislaturas» para materializarse plenamente. Esta visión a largo plazo refleja la complejidad de los desafíos que enfrenta la región y la determinación de Rueda para abordarlos de manera integral y sostenida.