En un momento crítico para la protección del emblemático Parque Nacional de Doñana, en Andalucía, el alcalde de Almonte, una de las localidades más estrechamente vinculadas a este tesoro natural, ha expresado su posición sobre el reciente pacto alcanzado entre la Junta de Andalucía y el Gobierno central. Francisco Bella defiende que este acuerdo, si bien importante, debe contemplar de manera más integral los intereses de las comunidades locales que han sido los custodios históricos de este ecosistema único.
Según el regidor, el «pacto por Doñana» es un paso en la dirección correcta, pero considera que «es injusto que se hagan repartos en espacios protegidos sin tener en consideración ni el territorio ni la población ni la aportación al mismo». Bella sostiene que las localidades como Almonte, que albergan gran parte del parque, deben recibir una atención y apoyo superior al resto, dado su rol fundamental en la conservación de Doñana.
EL PAPEL CLAVE DE LAS COMUNIDADES LOCALES
El alcalde subraya que «los más interesados en conservar Doñana, evidentemente somos la gente de aquí. Destaca que en Almonte y otros municipios cercanos, la sostenibilidad se ha cultivado durante años, incluso antes que en otros lugares de España. Sin embargo, lamenta que «ese esfuerzo no se le ha reconocido a la gente».
Bella enfatiza que el «alma de Doñana» la conforman los coquineros, yegüerizos, piñeros, carboneros, turistas y agricultores locales. Considera que esta «clave local» ha sido desatendida en las recientes actuaciones, como la distribución de fondos por parte del Ministerio, lo cual puede «incitar a que la gente no sea cómplice de la conservación de Doñana».
Para el alcalde, «conservar Doñana sin la complicidad de la gente que vive aquí, a mí se me antoja decir que es una auténtica locura». Subraya que es necesario un pacto entre la Administración Local y el Gobierno central que reconozca el papel esencial de estas comunidades en la preservación del parque.
LA NECESIDAD DE UN TRATO DIFERENCIADO
Bella señala que municipios como Almonte y Hinojos, que albergan gran parte del Parque Nacional, han tenido que hacer mayores restricciones y «no han podido desarrollar la costa» en comparación con otros municipios que sí han podido hacerlo. Califica como «injusto» que estos pueblos reciban menos fondos de compensación per cápita que otros, a pesar de su importante contribución a la conservación de Doñana.
Según el alcalde, Almonte cuenta con 86.500 hectáreas, de las cuales el 70% es espacio protegido, además de 56 kilómetros de costa, de los cuales 52 son vírgenes. Considera que «eso habrá que compensarlo de alguna manera si queremos hacer que la población permanezca aquí».
Bella enfatiza que «Nada tiene que ver Hinojos y Almonte con otros municipios, por lo que habrá que tener un nivel de implicación superior con estos territorios que aportan realmente el corazón de Doñana». Subraya que es necesario un esfuerzo superior con estos pueblos que han sido los verdaderos guardianes del parque.
HACIA UN PACTO INTEGRAL Y JUSTO
El alcalde de Almonte considera que el pacto por Doñana es «importante», pero reclama que debe ir más allá y incluir a las comunidades locales como socios fundamentales en la conservación del parque. Afirma que «para montar un taller mecánico en El Rocío, por ejemplo, hay que buscar 70.000 papeles, cosa que en otro sitio es fácil de hacer», lo que evidencia las dificultades impuestas a estos municipios.
Bella sostiene que es crucial que el pacto reconozca el papel clave de Almonte, Hinojos y otros pueblos cercanos, cuya aportación al corazón de Doñana ha sido fundamental a lo largo de la historia. Subraya que «cualquier actuación de Doñana pasa por la colaboración con el Ayuntamiento de Almonte» y que, sin la «complicidad de la gente que vive aquí», los esfuerzos de conservación estarían condenados al fracaso.
En resumen, el alcalde de Almonte aboga por un pacto por Doñana que equilibre la protección ambiental con el desarrollo local sostenible de las comunidades que han velado por este emblemático parque durante generaciones. Según Bella, solo a través de este enfoque integral y justo se podrá garantizar la preservación a largo plazo de uno de los tesoros naturales más valiosos de España.