La educación superior desempeña un papel crucial en la inclusión social y la igualdad de oportunidades para todos los estudiantes, independientemente de sus capacidades. En este contexto, un total de 31 universidades españolas han sido seleccionadas para desarrollar programas universitarios de formación dirigidos a jóvenes con discapacidad intelectual, del desarrollo y/o del espectro del autismo durante el curso académico 2024/25.
Esta iniciativa, que se lleva a cabo por octavo año consecutivo, cuenta con el apoyo financiero del Fondo Social Europeo (FSE) a través del Programa Operativo de Empleo Juvenil (POEJ). La resolución definitiva de esta octava convocatoria de ayudas de la Fundación ONCE acaba de ser publicada, lo que pone de manifiesto el compromiso de las instituciones educativas españolas con la inclusión y el desarrollo de este colectivo.
Universidades Líderes en la Inclusión
Las universidades seleccionadas para participar en este programa abarcan diversas regiones de España, incluyendo Andalucía, Madrid, Cataluña, Castilla y León, Valencia, Murcia, Galicia, Castilla-La Mancha, Cantabria y Extremadura. Algunas de las instituciones destacadas son la Universidad de Almería, la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad de Barcelona, la Universidad de Burgos y la Universidad de Valencia, entre otras.
Estas universidades deberán ofrecer cursos que proporcionen al alumnado formación universitaria enfocada a mejorar su autonomía, conocimientos humanísticos y su preparación laboral, dotándoles de las habilidades necesarias para aumentar sus posibilidades de encontrar un empleo, incluyendo la modalidad del empleo con apoyo. Además, tendrán que proporcionar a estos jóvenes experiencias inclusivas y de normalización dentro de la comunidad universitaria, facilitando una formación integral y personalizada.
Impacto y Objetivos del Programa
El objetivo principal de este programa es implicar a las universidades, como agentes decisivos en la inclusión social, en la formación de jóvenes con discapacidad intelectual, cuyo acceso a la educación superior resulta aún insignificante. A lo largo de las siete primeras ediciones, más de 2.500 jóvenes con discapacidad intelectual han tenido la oportunidad de conocer la realidad universitaria y mejorar su perfil profesional gracias a las prácticas laborales incluidas en el programa, lo que en algunos casos ha supuesto una contratación posterior.
Esta iniciativa, respaldada por el Fondo Social Europeo y la Fundación ONCE, demuestra el compromiso de las universidades españolas por fomentar la inclusión, la igualdad de oportunidades y el desarrollo de las capacidades de los jóvenes con discapacidad intelectual. Al brindarles una formación universitaria adaptada a sus necesidades, estas instituciones educativas se convierten en agentes clave para la integración y la mejora de las perspectivas laborales de este colectivo, contribuyendo así a una sociedad más justa e inclusiva.
