La Medicina Nuclear ha experimentado notables avances en las últimas décadas, convirtiéndose en una herramienta clave para el abordaje del Alzheimer. La doctora María Nieves Cabrera Martín, presidenta del Grupo de Trabajo de Neuroimagen de la Sociedad Española de Medicina Nuclear e Imagen Molecular (SEMNIM) y jefa del Servicio de Medicina Nuclear en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, destaca que estas nuevas técnicas permitirán seleccionar a pacientes que se beneficien de las nuevas terapias frente a esta enfermedad neurodegenerativa.
"Nos estamos preparando para afrontar este alentador reto", afirma la doctora Cabrera, refiriéndose al desarrollo de trazadores moleculares que permiten estudiar "in vivo" la acumulación de proteínas beta-amiloide y tau en el cerebro, factores clave en el origen y desarrollo del Alzheimer.
Mediante la inyección intravenosa de estos radiofármacos, los médicos nucleares pueden determinar la presencia y cantidad de dichas proteínas, lo que les ayudará a seleccionar a los pacientes que podrían beneficiarse de las terapias disponibles.
Colaboración Multidisciplinar Clave para el Abordaje del Alzheimer
Desde la SEMNIM, se pone de manifiesto la necesidad de potenciar una mayor multidisciplinariedad entre neurólogos y médicos nucleares para la toma de decisiones consensuadas en torno al abordaje del Alzheimer. El especialista experto en deterioro cognitivo será quien defina la mejor opción diagnóstica en función de la sospecha generada a partir de las pruebas realizadas en el servicio de Medicina Nuclear.
Esta decisión se basará en las características individuales del paciente y en el impacto que la realización de la prueba pudiera tener en su manejo. Tanto neurólogos como médicos nucleares deben disponer de una formación específica en deterioro cognitivo, mientras que los médicos de Atención Primaria deberían contar con una mayor preparación, ya que generalmente realizarán la primera evaluación del paciente. Asimismo, se destaca la necesidad de implementar "los recursos necesarios en cada caso" ante el "elevado volumen de pacientes" que se espera.
Reivindicaciones y Nuevas Terapias en el Horizonte
Desde la SEMNIM, se reivindica la necesidad de una mayor inversión de recursos tanto para potenciar la cartera de biomarcadores o pruebas diagnósticas, como el genotipado ApoE, que se realiza para determinar la probabilidad (no el diagnóstico) de presentar Alzheimer debido a factores genéticos.
Ante el previsible aumento sostenido de casos diagnosticados, el grupo de trabajo de Neuroimagen coincide en que hace falta más "inversión y recursos necesarios para que se den los tratamientos a estos candidatos óptimos" identificados en los servicios de Medicina Nuclear.
La aparición de terapias modificadoras del curso de la enfermedad obliga a plantear la situación actual en España, ya que a día de hoy las "escasas opciones terapéuticas" hacen que haya diferencias en las indicaciones de uso de biomarcadores en líquido cefalorraquídeo o de imagen, que deberán analizarse en mayor profundidad de cara a la selección óptima de pacientes candidatos a terapia.
En este sentido, la doctora Cabrera señala que "si llegamos al momento en que se puede aplicar una terapia que a un grupo de pacientes le puede cambiar el manejo, ahí sí que tendríamos que trabajar para que el acceso a una terapia para un determinado paciente sea posible. Habría que estandarizar para saber qué prueba de imagen o qué prueba de líquido cefalorraquídeo es pertinente".
Avances "Inimaginables" en Medicina Nuclear
La doctora Cabrera califica como "avances inimaginables" los experimentados en Medicina Nuclear en las últimas décadas. La llegada de innovaciones en el ámbito diagnóstico, propiciadas por el desembarco de fondos europeos a través del Plan de Inversión en Equipos de Alta Tecnología Sanitaria en el Sistema Nacional de Salud (INVEAT), ha supuesto el aumento del número de equipos PET-TAC, entre otros, disponibles en España.
A estas novedades se añade la ampliación del catálogo de biomarcadores para la detección de Alzheimer, como el líquido cefalorraquídeo, y el desarrollo de marcadores en sangre. En definitiva, se está avanzando en el hallazgo de nuevos biomarcadores para todas las fases de la enfermedad, tanto para la detección precoz como en la fase prodrómica.
Finalmente, la doctora Cabrera anuncia la llegada de nuevos medicamentos que podrían cambiar el actual paradigma, como Lecanemab, Aducanumab y donanemab, aprobados o pendientes de aprobación en Estados Unidos y con previsible aprobación en Europa, lo que podría suponer "un cambio en la enfermedad gracias a estas terapias modificadoras.







