Presidenta del BCE Lagarde elude revelar planes para septiembre, confiando en datos emergentes

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha enfatizado en la reciente rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno de la entidad la dependencia de los datos de las futuras decisiones de la institución. El BCE no volverá a reunirse para discutir la política monetaria de la eurozona hasta el mes de septiembre, lo que subraya la importancia que otorgan a un análisis exhaustivo de la información entrante.

En la reunión de este jueves, el Consejo de Gobierno del BCE decidió mantener sin cambios los tipos de interés, de forma que la tasa de referencia para sus operaciones de refinanciación continuará en el 4,25%, la tasa de depósito en el 3,75% y la de la facilidad de préstamo en el 4,50%. Esta decisión se alinea con las expectativas del mercado, pero la institución ha dejado claro que su posición está sujeta a la evolución de los datos económicos y la dinámica inflacionaria en las próximas semanas y meses.

Evaluación de la Inflación y el Crecimiento Económico

La información más reciente, según el BCE, respalda en líneas generales la anterior valoración del Consejo sobre las perspectivas de inflación a medio plazo. Si bien algunos indicadores de la inflación subyacente aumentaron en mayo debido a factores transitorios, la mayor parte se han mantenido estables o han descendido en junio. Asimismo, el impacto inflacionista del elevado crecimiento de los salarios se ha visto absorbido por los beneficios.

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No obstante, la entidad ha advertido de que la política monetaria mantiene unas condiciones de financiación restrictivas, lo que sugiere que el proceso de desinflación aún no se ha completado. Lagarde ha destacado la necesidad de observar y analizar «todos los componentes de los datos, todas las mediciones, todos los indicadores que aparecerán en las próximas semanas y meses» para confirmar o reforzar la confianza de la institución en que se está en el camino desinflacionario.

En cuanto al análisis económico, la información entrante indica que la actividad de la zona del euro creció en el segundo trimestre, pero probablemente lo hizo a un ritmo más lento que en los tres primeros meses de 2024. Además, la tasa de paro se mantiene en mínimos históricos, aunque las empresas están reduciendo gradualmente sus ofertas de empleo. Lagarde ha advertido que los riesgos para el crecimiento económico se inclinan a la baja debido a la debilidad de la economía mundial, el riesgo de una escalada de las tensiones comerciales y la guerra en Ucrania, entre otros factores.

Desafíos y Riesgos Futuros

La presidenta del BCE ha defendido que los últimos indicadores de las encuestas apuntan a que el crecimiento salarial se moderará a lo largo del próximo año, aunque ha admitido que la inflación podría resultar más alta de lo previsto si los salarios o las ganancias aumentan más de lo esperado. Asimismo, ha advertido de los riesgos al alza para la inflación derivados del aumento de las tensiones geopolíticas que podrían desembocar en subidas de los precios de la energía en el corto plazo y perturbar el comercio mundial.

En resumen, el BCE se mantiene atento a la evolución de los datos económicos y la dinámica inflacionaria, adoptando una postura prudente y dependiente de la información entrante. La institución busca equilibrar los desafíos del crecimiento económico y el control de la inflación, adaptando su política monetaria para navegar eficazmente en un entorno económico incierto y volátil.

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