El Vaticano descarta ordenar mujeres diáconas y acoger a católicos disidentes

El Vaticano se ha comprometido a escuchar las voces de todo su rebaño a medida que se acerca a la segunda fase del Sínodo de Obispos prevista para octubre de 2023. El Instrumentum Laboris o documento de trabajo, presentado recientemente, ofrece una hoja de ruta para explorar formas de fomentar una mayor participación y corresponsabilidad de las mujeres y los laicos en los procesos de toma de decisiones de la Iglesia.

Si bien algunos de los temas más controvertidos, como el diaconado femenino y la acogida a la comunidad LGBTQ, han sido derivados a grupos de expertos para su posterior análisis, el documento pone de relieve la necesidad de una mayor transparencia y rendición de cuentas a nivel institucional. Esto incluye no solo cuestiones relacionadas con los abusos, sino también las prácticas de evangelización, las condiciones laborales y la planificación pastoral.

La Búsqueda de una Iglesia más Sinodal y Misionera

El Instrumentum Laboris subraya la necesidad de ampliar la participación de mujeres y laicos en la vida de la Iglesia. Algunas de las recomendaciones clave incluyen:

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  • Crear más espacios de diálogo para que las mujeres puedan compartir sus experiencias y puntos de vista.
  • Aumentar el acceso de mujeres a puestos de responsabilidad en las diócesis y otras instituciones eclesiásticas.
  • Reconocer y valorar el trabajo de las mujeres consagradas.
  • Incluir a más mujeres en la formación de los seminarios.
  • Aumentar el número de mujeres que actúan como jueces en los procesos canónicos eclesiásticos.
  • Utilizar un lenguaje más inclusivo en la predicación, la catequesis y los documentos oficiales de la Iglesia.

Además, el documento se muestra abierto a la posibilidad de que laicos formados, hombres y mujeres, puedan predicar durante la misa y ampliar una serie de ministerios bautismales independientes de las órdenes sagradas.

Un Enfoque Descentralizado y Diverso

El documento también subraya la necesidad de reconocer y valorar la diversidad legítima entre las Iglesias locales, evitando la idea de que todas deban avanzar al mismo ritmo en todas las cuestiones. En su lugar, se propone que las diferencias de ritmo se vean como una oportunidad para el intercambio de dones y el enriquecimiento mutuo.

Esta visión descentralizada se refleja en la propuesta de que las estructuras y prácticas concretas de la sinodalidad se afiancen a nivel local, permitiendo que las distintas Iglesias adapten enfoques diferentes en determinadas cuestiones.

En resumen, el Instrumentum Laboris del Sínodo de Obispos de 2023 representa un paso importante hacia una Iglesia más inclusiva, transparente y sensible a las necesidades y voces de todo su pueblo. Mientras que algunas de las cuestiones más delicadas serán abordadas por grupos de expertos, el documento sienta las bases para una Iglesia más sinodal y misionera, comprometida con la participación y la corresponsabilidad de todos sus miembros.

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