La industria porcina española se enfrenta a un desafío crucial en sus exportaciones a China, uno de sus principales mercados. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha reconocido que lo mejor que puede pasar es que no haya aranceles impuestos por China a la carne de cerdo europea. Esta declaración refleja la preocupación del sector y la necesidad de encontrar una solución que preserve la competitividad de las exportaciones españolas.
Trabajando Hacia un Acuerdo Comercial
Planas ha explicado que la vía y el objetivo sobre el cual están trabajando es mantener un contacto permanente con el sector porcino, el Gobierno y la Comisión Europea, ya que es esta última quien negocia en nombre de España. Además, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, también está en contacto con el vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskis, para seguir de cerca este asunto que afecta principalmente a España, pero también a otros países líderes en la exportación de carne de cerdo a China, como Holanda, Dinamarca y Francia.
Planas ha resaltado que las guerras comerciales no son buenas, especialmente en el sector agroalimentario, ya que no es deseable que los productos agrícolas y alimentarios se conviertan en víctimas de estos conflictos, perjudicando en última instancia a los ciudadanos. Por lo tanto, su departamento quiere pensar que hay un margen de maniobra para llegar a un acuerdo en materia comercial y evitar esta posible guerra.
Importancia de las Exportaciones de Carne de Cerdo a China
Según datos de la patronal del sector, Interporc, España exportó el pasado año más de 560.000 toneladas de porcino a China por valor de más de 1.200 millones de euros, lo que representa uno de cada cinco kilogramos de carne de cerdo que exporta el país. Casi el 21% de las importaciones de cerdo totales de China proceden de España, superando el volumen que compra a Estados Unidos, Brasil, Países Bajos y Canadá.
Esta cifra pone de manifiesto la relevancia que tiene el mercado chino para la industria porcina española y la necesidad de mantener unas relaciones comerciales estables y sin obstáculos arancelarios. La búsqueda de un acuerdo que preserve estas exportaciones se convierte en una prioridad estratégica para el sector y el Gobierno.