Los pasajeros pueden pedir una indemnización por daños morales a las aerolíneas

La industria aérea se enfrenta constantemente a desafíos que pueden afectar la experiencia del pasajero. Retrasos, cancelaciones y problemas con el equipaje pueden generar no solo molestias, sino también daños morales que merecen ser reconocidos y compensados. En este artículo, exploraremos los derechos de los viajeros y las oportunidades para reclamar indemnizaciones adicionales por estos perjuicios.

La legislación europea, plasmada en el Reglamento (CE) 261/2004, establece claramente el derecho de los pasajeros a ser compensados por daños morales derivados de incidencias en sus vuelos. Estos daños se refieren a perjuicios intangibles que afectan el bienestar psicológico y emocional del viajero, yendo más allá de simples inconvenientes. La Convención de Montreal de 1999 también contempla esta posibilidad, aunque requiere un mayor esfuerzo probatorio por parte del pasajero.

DEMOSTRAR EL DAÑO MORAL

Para poder reclamar una indemnización por daños morales, el pasajero debe poder acreditar que la incidencia en su vuelo le ha causado un perjuicio relevante a nivel psicológico y emocional. Esto implica poder demostrar que la molestia o incomodidad sufrida ha trascendido lo meramente físico o material, afectando su estado de ánimo y dignidad de manera significativa.

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Noemí Fernández, gerente de Reclamio.com, una empresa especializada en gestión de reclamaciones aéreas, explica que «dado que se trata de un concepto muy abstracto, la dificultad radica en poder probar que se ha producido un daño importante de tipo moral y cuantificarlo adecuadamente».

Un ejemplo claro de daño moral sería la pérdida del equipaje, ya que esto puede privar al viajero de artículos personales, objetos con valor sentimental y recuerdos del viaje. Asimismo, una incidencia en un viaje especial, como de luna de miel, podría generar un impacto emocional que merezca ser compensado.

LEGISLACIÓN Y PROCESO DE RECLAMACIÓN

El Reglamento Europeo (CE) 261/2004 es la principal normativa que ampara los derechos de los pasajeros aéreos, incluyendo la posibilidad de reclamar por daños morales. En el caso de aplicar la Convención de Montreal, el viajero deberá aportar facturas y documentos que acrediten el daño moral sufrido.

El pasajero cuenta con un plazo de hasta 5 años para intentar reclamar cualquier incidencia directamente ante la aerolínea o a través de una empresa especializada, como Reclamio.com, que se encarga de gestionar las reclamaciones de manera profesional.

Es importante destacar que la indemnización por daños morales es independiente del derecho a recibir una compensación por cancelación, retraso, overbooking o por el daño, retraso o pérdida del equipaje. Es decir, el pasajero puede reclamar ambos conceptos de manera simultánea, ampliando así sus posibilidades de ser resarcido por los perjuicios sufridos.

RECLAMACIÓN EFECTIVA Y ASESORAMIENTO ESPECIALIZADO

Presentar una reclamación por daños morales puede resultar complejo debido a la naturaleza subjetiva de este tipo de perjuicios. Por ello, contar con el asesoramiento de expertos en la gestión de reclamaciones aéreas puede ser clave para maximizar las posibilidades de éxito.

Empresas como Reclamio.com ofrecen un servicio integral, desde la evaluación de la situación hasta la tramitación de la reclamación ante la aerolínea. Gracias a su experiencia y conocimiento de la normativa, pueden identificar adecuadamente los daños morales sufridos por el pasajero y cuantificarlos de manera fundamentada.

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Además, en caso de que la aerolínea no acceda a la reclamación de manera voluntaria, estas empresas especializadas pueden acompañar al pasajero en un proceso judicial, representándolo y defendiendo sus derechos de manera profesional y efectiva.

En definitiva, los pasajeros aéreos deben estar informados sobre sus derechos, incluyendo la posibilidad de reclamar por daños morales. Con el asesoramiento adecuado y una gestión profesional de las reclamaciones, podrán obtener una justa compensación por los perjuicios sufridos, más allá de las meras molestias o inconvenientes.

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