La industria automotriz está experimentando una transformación sin precedentes, con la creciente demanda de vehículos eléctricos y los desafíos geopolíticos que enfrentan las empresas. En este contexto, Stellantis, uno de los principales fabricantes de automóviles del mundo, ha desarrollado una estrategia innovadora para mantenerse a la vanguardia del mercado.
DESAFÍO A LAS BARRERAS COMERCIALES SOBRE IMPORTACIONES DE VEHÍCULOS ELÉCTRICOS
El consejero delegado (CEO) de Stellantis, Carlos Tavares, se ha mostrado en desacuerdo con la imposición de aranceles propuesta por la Comisión Europea y aprobada en Estados Unidos y Turquía contra las importaciones de vehículos eléctricos procedentes de China. Tavares ha señalado que China se está convirtiendo en una parte importante del negocio de Stellantis y que la estrategia de la empresa pasa por ser "ofensivos y no defensivos" para "surfear la ola de la competencia china".
En un mundo cada vez más "fragmentado", Tavares ha resaltado la importancia de conseguir competir en un "mercado global" con un marcado carácter diferenciador sobre la competencia, independientemente de su procedencia. Según el CEO, Stellantis está intentando anticiparse a los cambios que se avecinan en el mundo, centrando su discurso en la necesidad de expandir el negocio hacia las nuevas estrategias de movilidad, especialmente en el desarrollo de los vehículos eléctricos.
SOLIDEZ FINANCIERA Y EXPANSIÓN GLOBAL
Actualmente, Stellantis cuenta con tres motores de propulsión para el negocio: América del Norte, Europa y la región comprendida por América Latina, Oriente Medio y el Indo-Pacífico. Estos mercados le permiten a la empresa mantener su estrategia de minimización de riesgos ante las tensiones geopolíticas que se abren en el mundo.
Además, Stellantis está convencida de poder crecer a partir del desarrollo de la nueva tecnología y la movilidad eléctrica, especialmente en términos de almacenamiento. Tavares ha enfatizado que no están dispuestos a pagar multas ni a pedir créditos, ya que eso sería "malgastar el dinero de los inversores" y los haría más débiles, algo que no esperan de la compañía.
Por otro lado, Stellantis ha mantenido sus previsiones financieras para 2024 y ha anunciado que abonará a los accionistas al menos 7.700 millones de euros a través de dividendos y recompras este año. La intención de la empresa es aumentar el dividendo para el próximo ejercicio, suponiendo un 'pay out' de hasta el 30%, una mejora significativa en comparación con el 25% repartido durante los últimos años.
ENFOQUE EN LA REDUCCIÓN DE COSTOS Y LA EFICIENCIA
Uno de los desafíos clave para Stellantis es reducir los márgenes entre los negocios de vehículos eléctricos y de combustión. Tavares ha comentado que este asunto está más avanzado y serán capaces de conseguirlo antes en Europa que en su negocio en América del Norte, en el camino hacia la reducción de costes y contar con un número "consistente" de pedidos.
Además, la empresa ha confirmado sus previsiones para el año en curso, incluido un margen de ingresos operativos ajustado hasta el 11% durante el primer semestre y "flujos de caja libres industriales visiblemente por debajo de los números del año pasado". Estas medidas reflejan el enfoque de Stellantis en mantener la solidez financiera y la eficiencia operativa en un entorno económico desafiante.
En resumen, la estrategia de Stellantis se centra en desafiar las barreras comerciales, expandir su presencia global y mejorar la eficiencia y reducción de costos, todo ello con el objetivo de consolidarse como un líder en el mercado automotriz y aprovechar las oportunidades que ofrece la transición hacia la movilidad eléctrica.