Los aeropuertos no están preparados para otro año de «turismo de venganza»

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Los aeropuertos españoles bajo presión de cara al verano. El año 2023 marcó un hito en la recuperación del turismo en España, y las cifras de Aena reflejan un crecimiento sin precedentes en el número de pasajeros y operaciones. Con más de 18,6 millones de pasajeros en enero de 2023, los aeropuertos españoles operados por Aena rompieron récords, lo que subraya la fuerte recuperación del sector en la temporada baja. Sin embargo, este éxito plantea un desafío significativo para 2024: la infraestructura aeroportuaria podría no estar preparada para manejar el continuo aumento de pasajeros.

El aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas lideró el incremento con 4,8 millones de pasajeros en enero, un 8,1% más que el año anterior. Este aumento, si bien es alentador, también indica la presión constante sobre las instalaciones y el personal del aeropuerto. Otros aeropuertos importantes, como Josep Tarradellas Barcelona-El Prat y Málaga-Costa del Sol, también experimentaron incrementos significativos, lo que pone en evidencia una tendencia generalizada de crecimiento en todo el país.

El fenómeno conocido como «turismo de venganza» ha impulsado a millones de personas a viajar tras los confinamientos y restricciones de la pandemia. Este auge ha contribuido significativamente a la economía española, que ha crecido un 0,7% trimestralmente, superando con creces el promedio europeo. Sin embargo, la capacidad de los aeropuertos para adaptarse a esta demanda explosiva sigue siendo una preocupación.

Aena ha proyectado un crecimiento del 7,9% en el número de asientos programados para la temporada estival de 2024, y un aumento del 7,7% en aterrizajes y despegues. A pesar de estos preparativos, la infraestructura actual puede no ser suficiente para manejar este incremento sin problemas. Las largas colas, los retrasos en los vuelos y la saturación de los servicios aeroportuarios podrían convertirse en la norma si no se implementan mejoras sustanciales.

El aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, por ejemplo, registró un aumento del 20% en el número de pasajeros en enero de 2023, alcanzando 1,3 millones. Este crecimiento, aunque positivo, podría significar desafíos significativos en términos de gestión de pasajeros y equipaje. Las instalaciones deben ser ampliadas y modernizadas para evitar la congestión y garantizar una experiencia de viaje fluida para los pasajeros.

Los aeropuertos regionales también han visto un crecimiento notable. Alicante-Elche Miguel Hernández, con un aumento del 20,5% en pasajeros, y Palma de Mallorca, con un 3,6%, son ejemplos de cómo el aumento del turismo se extiende más allá de los principales aeropuertos.

El tráfico de mercancías también ha aumentado significativamente. En enero de 2023, se transportaron 91.752 toneladas de carga, un 23,1% más que el año anterior. Este incremento no solo refleja la recuperación del turismo, sino también la expansión del comercio internacional. Sin embargo, la infraestructura actual podría no ser suficiente para soportar este volumen adicional de carga sin causar demoras y problemas logísticos.

Para hacer frente a estos desafíos, Aena ha aprobado un plan de incentivos de tres años para las aerolíneas que utilicen los aeropuertos regionales. Este plan busca aliviar la presión sobre los principales aeropuertos y fomentar una distribución más equitativa del tráfico aéreo. Sin embargo, la efectividad de estas medidas dependerá de la capacidad de implementación y la colaboración entre las aerolíneas y los operadores aeroportuarios.

La experiencia de los pasajeros también podría verse afectada si los aeropuertos no están adecuadamente preparados. Las instalaciones deben modernizarse para incluir más áreas de descanso, servicios de atención al cliente y opciones de entretenimiento. Además, la implementación de tecnologías avanzadas para el control de seguridad y la gestión de equipaje puede ayudar a reducir los tiempos de espera y mejorar la eficiencia operativa.

En marzo de 2024, los aeropuertos de Aena recibieron 22,8 millones de pasajeros, un aumento del 13,8% en comparación con el mismo mes del año anterior. Este aumento durante la Semana Santa subraya la creciente demanda de viajes y la necesidad de infraestructuras aeroportuarias robustas. Sin embargo, sin inversiones significativas en expansión y modernización, los aeropuertos podrían enfrentar serios problemas de capacidad.

El continuo crecimiento del turismo en España, impulsado por el «turismo de venganza», destaca la importancia de un enfoque proactivo en la gestión de infraestructuras. Los aeropuertos deben estar preparados no solo para manejar el volumen actual de pasajeros, sino también para anticipar y adaptarse a futuras olas de crecimiento.

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Desafíos y ajustes necesarios para afrontar el aumento del «turismo de venganza» en los aeropuertos

Desafíos y ajustes necesarios para afrontar el aumento del

El «turismo de venganza» ha provocado una explosión en la demanda de servicios aeroportuarios, afectando significativamente la infraestructura de los aeropuertos españoles. Las previsiones de Aena para el verano de 2024, con un aumento del 7,9% en asientos programados y del 7,7% en operaciones, reflejan este auge y presentan diversos desafíos para la infraestructura aeroportuaria.

En primer lugar, el aumento repentino de visitantes motivados por el «turismo de venganza» puede sobrecargar las instalaciones aeroportuarias, lo que resulta en largas filas en los puntos de control de seguridad, retrasos en los vuelos y una mayor presión sobre el personal que trabaja en los aeropuertos. Además, la concentración excesiva de viajeros puede influir en la percepción general de seguridad en los aeropuertos, lo que podría requerir ajustes en los protocolos de seguridad y medidas adicionales para garantizar la tranquilidad de todos los pasajeros.

Los aeropuertos más grandes, como Adolfo Suárez Madrid-Barajas y Josep Tarradellas Barcelona-El Prat, lideran el incremento en capacidad, con aumentos del 6,8% y 11% respectivamente. Estos aeropuertos deben mejorar sus instalaciones y servicios para acomodar el aumento de pasajeros, desde la ampliación de áreas de check-in hasta la mejora de los sistemas de seguridad y embarque.

Italia, Reino Unido y Alemania son los países que más contribuyen al aumento del tráfico aéreo hacia España, con crecimientos del 22%, 8,3% y 5,9% respectivamente. Este incremento requiere una gestión eficiente de rutas y conexiones para evitar congestiones y garantizar la puntualidad de los vuelos. Los aeropuertos deben coordinarse estrechamente con las aerolíneas para gestionar el tráfico de manera efectiva y optimizar la utilización de sus pistas y terminales.

El aumento del tráfico aéreo también implica un mayor uso de recursos y servicios aeroportuarios, desde el suministro de combustible hasta la gestión de residuos. Las aerolíneas y los aeropuertos deben implementar prácticas sostenibles para mitigar el impacto ambiental.

Aena ha respondido a este desafío con un plan de incentivos para las aerolíneas que utilicen aeropuertos regionales con menos de 3 millones de pasajeros. Este plan exime a las aerolíneas del pago de tarifas por pasajeros adicionales a los de 2023 durante tres años, incentivando el uso de infraestructuras menos congestionadas y promoviendo un crecimiento equilibrado en toda la red de aeropuertos.

La gestión del personal es otro aspecto crucial. Con el aumento del tráfico, la demanda de trabajo también incrementa, lo que requiere una dotación adecuada de personal capacitado. Invertir en formación y bienestar del personal es vital para mantener un servicio de calidad y prevenir el agotamiento. Los aeropuertos deben asegurarse de que su personal esté bien preparado para manejar el volumen adicional de pasajeros y las posibles complicaciones que puedan surgir.

Lo cierto es que el «turismo de venganza» está transformando la infraestructura aeroportuaria en España. La adaptación rápida y eficiente a este crecimiento mediante la mejora de instalaciones, la gestión operativa, y la implementación de prácticas sostenibles, será crucial para asegurar el éxito a largo plazo del sector aéreo.

En conclusión, mientras que las cifras récord de 2023 son un testimonio del éxito del sector turístico español, también plantean un desafío urgente para 2024. Los aeropuertos deben adaptarse rápidamente a las crecientes demandas de pasajeros y mercancías para evitar la saturación y mantener una experiencia de viaje positiva. Sin una acción concertada, España podría enfrentar serios obstáculos en su camino hacia convertirse en un destino turístico líder a nivel mundial.