Elon Musk, uno de los magnates más famosos del mundo, y que ha tomado una mayor relevancia desde que adquirió la red social ‘X’, antes Twitter. El multimillonario no solo causa polémica por sus extravagantes compras e intereses, sino también por unas declaraciones que le están dando la vuelta al mundo desde hace varios meses.
Las palabras de Elon Musk se relacionaron con las pirámides de Egipto, que además de ser consideradas como maravillas del mundo por su carga histórica y belleza, también son visitadas anualmente por millones de turistas, que lleguen a este país africano para admirar la imponencia de estas antiguas construcciones.
De acuerdo con el magnate sudafricano de 52 años, las pirámides de Egipto fueron construidas hace miles de años por alienígenas que vinieron al planeta tierra. Si bien algunas personalidades del mundo han tildado esto como una auténtica locura, otros expertos en conspiraciones dicen que la tesis del multimillonario tiene algo de sentido.
1La tesis de Elon Musk
El argumento principal que utiliza Elon Musk para tal afirmación, es que en la época en la que se construyeron las pirámides (año 2550 antes de Cristo), la humanidad no contaba con las herramientas necesarias para llevar a cabo este tipo de construcciones, y mucho menos a merced del calor abrumador que hace en el desierto.
Es por esto que Musk indica que las pirámides fueron construidas por extraterrestres, inclusive atreviéndose a decir que el faraón Ramsés también era un alienígena.
Al escuchar estas polémicas declaraciones, la Ministra de Cooperación Internacional de Egipto, y un experto en la historia de las pirámides, aseguraron que Musk se encontraba “alucinando”. No obstante, cabe recordar que diferentes historiadores y arqueólogos se han mostrado bastante abiertos al considerar la posibilidad de que en algún momento los alienígenas nos ayudaron a erigir esas espectaculares pirámides.
El tema de los contactos entre alienígenas y humanos siempre ha estado rodeado de un halo de misterio y de muchas especulaciones y casualidades que, sobre todo, todavía no han podido confirmarse de manera científica.
