Signos del zodíaco y la personalidad

En nuestro universo infinito, millones de estrellas rodean nuestro cielo, y desde tiempos históricos, los seres humanos han buscado siempre encontrar el significado y la influencia de ellas hacia las personas.

La astrología es un arte antiguo que asigna los signos del zodíaco con la personalidad y esencia de cada ser, pero hay que saber que no solamente ese signo determina nuestra personalidad, pues influyen más elementos para completarla. Por ejemplo, se debe tener en cuenta la posición de los planetas, así como la hora exacta al nacer, la posición del sol y la luna, entre otros elementos.

Para muchos, estos estudios pueden ser una simple superstición, pero aprender a cómo leer la carta astral propia es una de las mejores herramientas para descubrirse desde el interior.

La interpretación de la carta astral

Cuando hablamos de la carta astral nos referimos a un mapa natal que se utiliza para determinar la posición de los astros teniendo en cuenta la fecha, lugar y hora del nacimiento.

En el mundo del esoterismo, las videntes pueden realizar estas cartas y revelar acontecimientos, sentimientos u obstáculos de la persona. Para iniciar la interpretación personal de la carta astral, se debe tener en cuenta los diferentes elementos que las componen, como los signos zodiacales, los planetas, las casas astrológicas o los ascendentes.

Signos zodiacales

Como sabemos, en la cultura occidental existen 12 signos zodiacales que determinan nuestro comportamiento y personalidad. Cada signo tiene características distintas y se asocia con diferentes elementos: fuego, tierra, aire y agua.

Los elementos de fuego, Aries, Leo y Sagitario, se diferencian por su energía, pasión y fortaleza, teniendo cada uno elementos únicos. En tierra encontramos a los signos de Tauro, con ideas muy fijas, Virgo, que vive para la perfección, y Capricornio, un líder nato.

En cuanto a los signos que representan a las ideas creativas encontramos los de aire, Géminis, Libra y Acuario. Estos son tres signos que destacan por su mente, Géminis por su capacidad de adaptarse a las circunstancias, Libra busca el equilibrio personal y del entorno, mientras que Acuario siente conexión con la solidaridad. En el último elemento, el agua, encontramos a los signos más emocionales y conectados a la intuición. Los tres signos son Cáncer, que sienten una gran conexión con la familia y la misión de protegerla hasta el final.

Por otro lado, Escorpio, un signo muy singular, pues se caracteriza por su potencial y fortaleza combinada con un alma emocional que les rige. Además, es un signo que fusiona su conexión con los astros Marte y Plutón, que proporcionan lucha e intuición, junto a su elemento agua, que es sentimiento. Es muy curioso porque los dos elementos de fuerza y emoción se unen en uno, siendo un cóctel de relojería. Acabamos con Piscis, destacado por su lado compasivo y espiritual. 

Planetas asociados

Como hemos visto, cada signo zodiacal está representado por un planeta, desde Mercurio a Plutón, incluyendo la Luna y el Sol. La energía de cada astro influye en cada persona con características distintas.

Por ejemplo, Venus proporciona estabilidad y belleza, algo que le une con Libra, o Júpiter que regenta a Sagitario, y le da madurez en sus decisiones. Además, no solamente hay que tener en cuenta el planeta que regenta al signo, sino también los movimientos de estos. La posición exacta de estos y si se encuentra en movimiento retrógrado. Por ejemplo, si Mercurio se encuentra en ese movimiento, se debe ir con cuidado y reflexionar antes de actuar, pues la comunicación puede resultar dificultosa.

Casas astrológicas

Las cartas astrales tienen una división de 12 casas, cada una representando diferentes áreas específicas de la vida de las personas. A través de ellas se explora la personalidad, la economía personal, la comunicación con el entorno, la familia, la creatividad, la salud y el trabajo, los amigos y enemigos, la sexualidad, la espiritualidad, la ambición y el inconsciente.

Con la lectura de estas categorías se obtiene un conocimiento más profundo y personal de la persona, y se le proporciona una guía para potenciar las habilidades, realizar cambios en la vida o sanar por completo hechos del pasado. Además, también puede ser una buena herramienta para conectar a nivel espiritual, y mejorar en este aspecto.

Ascendentes

Otro de los elementos que hay que tener en cuenta para aprender a leer la carta astral son los ascendentes. Para llegar a ellos es esencial registrar la hora, la fecha y el lugar exacto del nacimiento, pues justo en ese momento hay un signo ascendiendo, y ese es el que te representa.

Los signos de ascendentes van cambiando cada dos horas, y marcan el inicio de la primera casa astrológica, aquella que te representa al exterior. Este elemento influye en la manera en que las personas te ven, la faceta exterior y el comportamiento a primera vista. En muchos casos, el signo ascendente y el signo zodiacal pueden ser muy distintos, por ejemplo, teniendo un carácter exterior frío, pero un interior bondadoso y tímido. Para ello hay que encontrar un equilibrio propio, autoconocerse y mostrar aquello que salga del corazón.

El mundo de la astrología ha ido revelando detalles que corroboran que todo aquello que nos rodea, de una manera u otra, nos afecta. De la misma manera que las fases de la luna tiene influencia en el mar, los diferentes astros del universo conectan sus energías, y nosotros estamos también dentro de los cambios. A través de las cartas astrales se puede hacer una interpretación de los potenciales y debilidades de cada persona, detallando la personalidad de cada uno, así como los obstáculos que se pueden encontrar.

A pesar de esto, una vez que se lee la carta astral, no se debe dar por hecho todo lo que se revela. Cada persona llega al mundo con una misión en concreto, y hasta el último suspiro de vida se va creciendo y aprendiendo. De esta manera, a pesar de tener características únicas, siempre se debe mirar hacia adelante y no conformarse, pues la carta astral es como un mapa que nos guía para conocernos y superar los retos.