Luis Martínez-Abarca (CEU San Pablo): «Queremos que las prácticas sean un éxito»

grupo MERCA2 y la Fundación Marqués de Oliva unieron fuerzas para organizar un encuentro crucial que reunió a destacadas personalidades del sector educativo. El objetivo principal de este diálogo fue abordar la actualidad de la Formación Profesional y su intersección con el empleo, un tema de vital importancia en el panorama educativo actual.

Entre los participantes destacados se encontraba Luis Martínez-Abarca, director de Formación Profesional y Vnivrsitas Señoribvs en la Fundación Universitaria CEU San Pablo. Durante una entrevista exclusiva para la Fundación Marqués de Oliva y el grupo MERCA2, Martínez Abarca compartió su análisis sobre los programas de Formación Profesional que ofrece su institución.

«Tenemos una serie de estudios tradicionales que llevamos ofreciendo durante 30 años. Estos programas están relacionados con el área sanitaria, la tecnología y la comunicación», comentó Martínez Abarca, destacando la trayectoria y la diversidad de programas de FP disponibles en CEU San Pablo.

Martínez Abarca también señaló que en los últimos años han ampliado su oferta para incluir estudios orientados al campo de la informática, con el objetivo de crear sinergias entre la Formación Profesional y la universidad. Esta integración busca preparar a los estudiantes para las demandas del mercado laboral actual, que cada vez requiere habilidades más especializadas en el campo de la tecnología.

Además, adelantó emocionantes proyectos en desarrollo en diversas ciudades españolas, los cuales están diseñados para satisfacer las necesidades específicas de las empresas locales. «Lo que hacemos es escuchar a las empresas y desarrollar programas de Formación Profesional que cubran sus necesidades», explicó Martínez Abarca, subrayando el compromiso de CEU San Pablo con la empleabilidad y el éxito profesional de sus estudiantes.

En este sentido, destacó la importancia de la colaboración entre las empresas y la institución educativa, enfatizando que estas últimas también deben comprometerse con el proceso formativo del alumno a través de prácticas laborales y experiencias en el mundo real.

LA FORMACIÓN PROFESIONAL SANITARIA Y TECNOLÓGICA ENTRE LOS MÁS DEMANDADOS

En una época marcada por la creciente importancia de la formación profesional, Luis Martínez-Abarca, director de Formación Profesional del CEU San Pablo, compartió sus observaciones sobre los sectores con mayor demanda en la actualidad.

«Ahora mismo, el sector sanitario y el informático son los más demandados, sin ninguna duda», señaló Martínez-Abarca, destacando la relevancia y la popularidad de estos campos en el mercado laboral actual.

La Formación Profesional en el ámbito sanitario y en tecnologías está experimentando una demanda sin precedentes, con un número cada vez mayor de estudiantes interesados en estas áreas. De hecho, la demanda es tan alta que Martínez-Abarca reconoció ciertas dificultades para conseguir prácticas, especialmente para los alumnos en el ámbito sanitario.

La demanda es tan alta que muchos alumnos, una vez terminados los estudios, tienen ya sobre la mesa un contrato

Luis Martínez-Abarca, director de Formación Profesional y Vnivrsitas Señoribvs en la Fundación Universitaria CEU San Pablo

Esta situación refleja la importancia y el valor de la Formación Profesional en la preparación de profesionales altamente capacitados y demandados en campos críticos como la salud y la tecnología. Con la demanda en constante aumento, es evidente que la Formación Profesional sigue siendo una opción educativa relevante y atractiva para aquellos que buscan una carrera exitosa y gratificante en estos sectores clave.

ASÍ ES LA BOLSA DE PRÁCTICAS DE FORMACIÓN PROFESIONAL DE CEU SAN PABLO

El CEU San Pablo, con sus 90 años de historia, ha construido una extensa red de antiguos alumnos tanto a nivel nacional como internacional. Esta amplia red de contactos empresariales permite al centro ofrecer una amplia variedad de prácticas en diversos sectores y localizaciones.

Una de las características destacadas de la Bolsa de Prácticas del CEU San Pablo es el papel fundamental que desempeña en la orientación de los alumnos. Los tutores y orientadores del centro trabajan estrechamente con los estudiantes, recomendándoles y acercándoles a las oportunidades que mejor se adapten a sus intereses y metas profesionales.

En cuanto a la colaboración con las empresas, Luis Martínez-Abarca, director de Formación Profesional, enfatiza la importancia de escuchar las necesidades de las empresas tanto desde un punto de vista técnico como personal. Además, señala que es esencial brindar un acompañamiento completo a los estudiantes durante sus prácticas, asegurándose de que tanto el alumno como la empresa obtengan el máximo beneficio de la experiencia.

«Queremos que las prácticas sean un éxito tanto para la empresa como para el alumno», explica Martínez-Abarca. «Por ello, es crucial proporcionar un apoyo continuo y asegurarnos de que las prácticas sean una experiencia enriquecedora y formativa para todos los involucrados», apunta el experto.

En resumen, la Bolsa de Prácticas de Formación Profesional del CEU San Pablo es una herramienta invaluable que conecta a los estudiantes con oportunidades laborales significativas y les proporciona el apoyo necesario para alcanzar el éxito en el mundo laboral. Esta colaboración estrecha entre el centro educativo y las empresas garantiza que los estudiantes adquieran las habilidades y experiencia necesarias para prosperar en sus carreras profesionales.

LA REMUNERACIÓN DE LAS PRÁCTICAS A DEBATE

La cuestión de la remuneración de las prácticas ha generado un debate en el ámbito educativo y empresarial, con opiniones divididas sobre cómo abordar esta importante cuestión. Según Luis Martínez Abarca, director de Formación Profesional del CEU San Pablo, existen dos aspectos distintos que deben considerarse en este debate.

En primer lugar, Martínez Abarca señala que todos los alumnos en prácticas, tanto de formación profesional como de otros programas, deben estar cubiertos por la seguridad social. Sin embargo, reconoce que cada organización gestiona este asunto de manera diferente, y su institución trabaja para facilitar este proceso a las empresas, cubriendo los costos asociados. Destaca que, aunque estos costos son pequeños y están en su mayoría bonificados, el proceso de gestión puede ser complicado para las empresas.

El mayor desafío surge en el caso de las prácticas correspondientes a los alumnos de formación profesional avanzada o intensiva. En estos casos, además de cubrir los costos de seguridad social, las empresas también deben pagar un salario mínimo interprofesional. Martínez Abarca expresa su preocupación por esta situación, argumentando que equiparar a los alumnos en prácticas con trabajadores remunerados puede ser un error.

«Estamos confundiendo dos cuestiones», señala Martínez Abarca. «Un alumno en prácticas no es un trabajador; está en un proceso formativo y no se le puede exigir como a un empleado». Propone revisar este sistema para evitar poner una carga adicional a las empresas, especialmente a las pequeñas y medianas empresas, que pueden encontrar este esfuerzo financiero considerable.

En resumen, el debate sobre la remuneración de las prácticas es complejo y requiere una evaluación cuidadosa de los intereses de todas las partes involucradas. Es crucial encontrar un equilibrio entre la equidad para los estudiantes y la viabilidad para las empresas, asegurando que las prácticas sigan siendo una experiencia educativa enriquecedora y accesible para todos los involucrados.

CAMBIOS FAVORABLES EN LA LEY DE FP, SEGÚN LUIS MARTÍNEZ-ABARCA

Por último, quiso destacar varios cambios positivos en la reciente reforma de la Ley de Formación Profesional, los cuales considera cruciales para el avance y la adaptación del sistema educativo.

En primer lugar, Martínez-Abarca resalta el hecho de que la formación profesional haya cobrado un protagonismo mediático gracias a estos cambios. Este enfoque renovado ha puesto de relieve la importancia de la formación profesional en el panorama educativo, lo cual es sumamente positivo para el reconocimiento y la valoración de este tipo de educación.

Otro cambio significativo que destaca es la ordenación de los estudios en formación profesional. Esta reestructuración permite una mayor flexibilidad en los itinerarios educativos de los alumnos, tanto a través de formaciones regladas como de microformaciones o módulos específicos. Esta flexibilidad brinda a los estudiantes la oportunidad de construir su proyecto formativo a medida, adaptándolo a sus necesidades y objetivos profesionales específicos.

Además, Martínez-Abarca subraya que esta reorganización también facilita la reincorporación de personas que desean reorientar su vida profesional o especializarse en nuevos ámbitos. Este enfoque más inclusivo y adaptable permite que una variedad de estudiantes, desde universitarios hasta aquellos con poca formación, pero con experiencia laboral, se integren en la formación profesional. Esta diversidad en el aula genera una sinergia enriquecedora y contribuye a un ambiente educativo más dinámico y colaborativo.

En conclusión, los cambios introducidos en la Ley de Formación Profesional son vistos por Martínez-Abarca como una oportunidad para impulsar la innovación, la flexibilidad y la inclusión en el sistema educativo. Estos cambios no solo benefician a los estudiantes al permitirles adaptar su formación a sus necesidades individuales, sino que también enriquecen el entorno educativo al fomentar la diversidad y la colaboración entre los estudiantes con diferentes trayectorias y experiencias.