¡Nunca la adivinarías! La ciudad de Portugal que se ha puesto de moda entre los españoles y no puedes perderte

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Esta ciudad seguro que nunca la adivinarías. En medio de la encantadora región portuguesa del Algarve, que se extiende como un sorprendente umbral hacia el Atlántico, hay una joya que ha conquistado el corazón de los turistas españoles: Faro, la cautivadora capital del Algarve. Con 150 kilómetros de costa, donde las playas de arena dorada y los acantilados espectaculares se mezclan con aguas turquesas, Faro se ha convertido en un destino de ensueño para aquellos que buscan explorar más allá de los destinos turísticos convencionales.

Sumergirse en el casco histórico de Faro, conocido como Cidade Velha, es adentrarse en un laberinto de calles adoquinadas y descubrir joyas históricas que cuentan la historia de esta ciudad. Desde la imponente catedral gótica del siglo XIII, también conocida como la Iglesia de Santa María, hasta la puerta decorativa del Arco da Vila, que se remonta a la época árabe, cada rincón revela la riqueza cultural y arquitectónica de Faro. Subir a lo alto de la torre de la catedral ofrece una panorámica única de la ciudad y sus alrededores.

Pero Faro no solo es un destino histórico; es también una ciudad universitaria vibrante que bulle de vida cultural. La Rúa de Santo Antonio, la calle más comercial, es testigo de la animación que aportan los estudiantes, mientras que el Museo Arqueológico, ubicado en un antiguo convento del siglo XVI, ofrece una inmersión en el rico pasado de la región. Y para aquellos que buscan experiencias únicas, la iglesia Nossa Senhora do Carmo y su macabra Capela dos Ossos, construida con huesos y cráneos de monjes carmelitas, son paradas obligatorias. Faro, la ciudad de la que todos hablan, espera ser descubierta más allá de las temporadas turísticas, revelando su encanto incluso en otoño e invierno.

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Explorando el centro histórico de Faro

Explorando el centro histórico de Faro

El casco histórico de Faro es un tesoro arquitectónico que invita a sumergirse en la rica historia de la ciudad. La majestuosa Catedral de Sé de Faro, construida en el siglo XIII, se erige como un impresionante testimonio de la arquitectura gótica portuguesa. Sus intrincados detalles, desde los rosetones hasta los elementos decorativos, narran siglos de historia y devoción. A pocos pasos, el Convento de Nossa Senhora da Assunção, con su fachada barroca y su tranquilo claustro, ofrece una experiencia serena que contrasta con la energía vibrante de las calles adoquinadas circundantes.

El pintoresco Arco da Vila, que una vez sirvió como puerta de entrada a la ciudad medieval, es otro hito destacado. Este monumento del siglo XIX presenta una arquitectura neoclásica y proporciona una entrada pintoresca al corazón histórico de Faro. Mientras paseas por estas calles empedradas, cada esquina revela una nueva sorpresa histórica, desde antiguas murallas hasta plazas encantadoras. El centro histórico de Faro es más que un simple recorrido arquitectónico; es un viaje cautivador a través del tiempo que ofrece una visión única de la rica herencia cultural de la ciudad.