Las razones del lío que armaron Amazon, Google y Microsoft contra las eléctricas españolas

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Los centros de datos constituyen uno de los desembolsos más significativos que las empresas tecnológicas deben enfrentar al expandir su infraestructura en la nube, representando un gasto que podría aumentar aún más con la implementación de la inteligencia artificial.

Empresas líderes como Amazon, Google, Microsoft y Meta, la empresa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, parecen estar ejerciendo presión sobre las proveedoras de electricidad en España con el objetivo de obtener tarifas considerablemente más bajas para abastecer sus centros de datos.

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Amazon, Google y Microsoft contra las eléctricas españolas

El aumento de la inteligencia artificial generativa podría exacerbar un problema que ya de por sí es bastante grave.

Las principales corporaciones tecnológicas a nivel mundial, como Amazon, Apple, Google, Meta o Microsoft, almacenan la información de sus miles de millones de usuarios en inmensos centros de datos que demandan una cantidad considerable de recursos, tales como agua o electricidad, para operar eficientemente. Algunas de estas instalaciones consumen más energía que ciudades con decenas de miles de habitantes.

En este contexto, la computación en la nube ya había generado un dilema en los últimos años, el cual fue denunciado por numerosos expertos comprometidos con la lucha contra la crisis climática. Sin embargo, la inteligencia artificial generativa podría haber llegado para complicar aún más la situación.

Según un estudio reciente, el auge de la inteligencia artificial y la introducción de programas como ChatGPT habrían ocasionado un aumento significativo en el uso de agua por parte de las empresas tecnológicas para llevar a cabo sus operaciones. En concreto, se señala que el consumo global de agua de Microsoft habría experimentado un incremento del 34% entre 2021 y 2022, lo que equivale a más de 6.400 millones de litros (equivalentes a 2.500 piscinas olímpicas). Un fenómeno similar se observa en el consumo de electricidad. De acuerdo con un informe de McKinsey, se proyecta que para el año 2030, los centros de datos alcancen un consumo eléctrico anual de 35 gigavatios (en comparación con los 17 gigavatios del año pasado), otorgando a las empresas tecnológicas un considerable poder de decisión al contratar servicios de proveedores de energía.

Al menos, esa es la tendencia que reflejan varios estudios compilados por Expansion, los cuales indican que gigantes corporativos como Amazon, Google, Microsoft y Meta están presionando a las principales compañías energéticas en España para obtener tarifas más bajas.

Estas empresas emplean un mecanismo conocido como Contratos de Compra de Energía a Largo Plazo, o PPA por sus siglas en inglés (Power Purchase Agreements). Según la fuente económica, España se ha posicionado como líder europeo y mundial, comprometiendo más de 7,000 megavatios en contratos de este tipo.

Según lo explicado por expertos, hasta hace poco, los PPA no resultaban atractivos para los actores clave del sector, ya que los precios en el mercado diario de la electricidad eran estables y muy económicos. Sin embargo, la situación cambió con la guerra en Ucrania, lo que alteró los precios de la electricidad y llevó a las empresas a suscribir contratos a largo plazo.

Además, parece que los PPA suelen estar vinculados a la implementación de energías renovables por parte de las compañías eléctricas que los ofrecen. Esto significa que las grandes empresas que firman estos contratos obtienen beneficios dobles: reducen sus costos de electricidad y pueden promocionar iniciativas sostenibles para el medio ambiente. Según reportes de medios económicos, respaldados por estudios como el informe Recai de la consultora EY, este sector en España ya representa alrededor de 9,000 millones de euros, siendo algunos de sus principales clientes Amazon (5,200 megavatios contratados), Google (2,300 megavatios), Microsoft (1,800 megavatios) y Meta (700 megavatios).

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