Aranda aprovecha el Sonorama para insistir en su tren

Parece que ahora más que nunca todos los pueblos de España desearían tener una ruta de tren que se detuviera en ellos. Tiene sentido, sobre todo, a medida que el transporte ferroviario se vuelve el favorito de los españoles. Esto aplica también para Aranda del Duero, ciudad europea del vino y hogar del festival Sonorama Ribera, uno de los más importantes de la música española. 

El festival, que atrae anualmente al menos 20.000 personas a un pueblo donde viven algo más de 30.000 personas, es también uno de los mejores altavoces de sus problemas y para una ciudad que necesita el turismo y el transporte de mercancías para subsistir un tren es clave. No es una nueva exigencia, de hecho se inició básicamente desde 2015, cuando Adif decidió cerrar de forma permanente la estación de Aranda del Duero al público.

La decisión de cerrar la línea tampoco vino de ningún lado. En 2010 la ruta dejó de tener un servicio para pasajeros tras un accidente del talgo entre Fontioso y Bahabón de Esgueva. A esto le siguió un derrumbe en un túnel de Somosierra que dejó un tren de mercancías atrapado, la suma hizo que el entonces ministro de Fomento, José Blanco, insistiera en el cierre de la línea, proceso que terminó su sucesora en el cargo: Ana Pastor. El alcalde actual, Antonio Linaje, ha insistido en la necesidad de recuperar esta conexión para del todo las capacidades económicas del pueblo.

El Sonorama Ribera, por su lado, ha decidido aprovechar el anuncio de su cartel para ser un altavoz de esta nueva necesidad. «Necesitamos el tren», exclamaba Javier Ajenjo antes de despedir a la prensa de la presentación. Es cierto que para el festival es una ventaja específica al facilitar la llegada de los madrileños al evento, y que seguramente haría que alguno de los dudosos se atrevieran a comprar su abono. Pero más allá de eso, es una responsabilidad que el organizador siente que tiene con el espacio que los ha recibido los últimos 27 años. 

De todos modos, no es como si el festival pudiese recuperar el tren por sí solo. Por eso, el alcalde se ha reunido varias veces con Adif, buscando se reabra la estación para viajes de pasajeros, lo que además de permitir la llegada de los viajeros, también podría abrir las puertas a los competidores que han llegado a las vías de tren con la apertura del mercado ferroviario forzada por Bruselas. 

Así lo explicaba directamente el alcalde tras su más reciente reunión con Adif: «Con la designación actual no pueden llegar trenes privados como podría ser para Sonorama o como fue en las Edades del Hombre. Afortunadamente, ADIF nos ha dicho que también lo va a estudiar», explicaba el alcalde, aunque de momento no hay una confirmación ni de la recuperación de la línea directa ni de una posible excepción para el evento. 

ARANDA DEL DUERO Y LA NECESIDAD DE RECUPERAR LAS CONEXIONES DE LA ESPAÑA VACIADA

Como lo explicaba Ajenjo en la presentación, espacios como el Sonorama no solo sirven como encuentro musical, sino para poner ojos sobre una «España vaciada» que él describe como «llena de vida». Es que parte de las estrategias necesarias para enfrentar esta situación es que allá facilidades para que los ciudadanos se acerquen a sus zonas atractivas, en particular cuando hay eventos tan atractivos como este. 

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Es que si algo se ha demostrado en las rutas de tren donde ha llegado la competencia es que eventos como el Mad Cool o el Primavera Sound es que estos son además una carnada atractiva para atraer viajeros al tren. Esta posibilidad podría repetirse en Aranda del Duero con el Sonorama, y podría incluso hacer de la población un destino atractivo para Ouigo o Iryo, sobre todo dado el resto de las actividades que se siguen sumando al pueblo para atraer más personas a visitarlo. 

UNA CIUDAD EUROPEA DEL VINO DIFÍCIL DE ACCEDER

Pero más allá del festival, el que España haya estado en tal estado de desconexión a la que fue por dos años la ciudad europea del vino es un problema. Para turistas extranjeros, la idea de viajar a Madrid y después depender del autobús para llegar a Aranda bien puede ser suficiente para cancelar sus planes, o para quedarse en otra de las grandes ciudades. Lo cierto es que con el final del nombramiento la ciudad perdió ya una oportunidad valiosa. 

Ahora es el Sonorama el evento que pone la lupa sobre la situación. Es cierto que es un problema que puede parecer secundario para buena parte de los ciudadanos españoles que no viven en el pueblo, pero Aranda no es más que un ejemplo de cómo el tren puede ayudar a mejorar la situación de la España vaciada.