David Gordon Green revive ‘Halloween’ y ‘El Exorcista’ en clave cine B de Hammer

David Gordon Green, que ahora toma las riendas de ‘El Exorcista’ es una figura extraña en Hollywood. Uno de los discípulos de Judd Apatow conocido por comedias como ‘Piña Express’ o ‘La niñera’ hace unos años se alejó del sistema de estudios para acercarse al drama independiente con cintas como ‘Joe’ o ‘Expertos en crisis’, ambas cintas cargadas de una visión política y social interesante, pero que no siempre funcionaban como narrativas completas. Pero su retorno a las «mayors» fue por la puerta grande, recibiendo la bendición de John Carpenter y de Universal para revivir a Michael Myers en ‘Halloween’ de 2019.

El reboot sirvió para demostrar la capacidad del director en el cine de terror. Mostrando un arsenal cinematográfico inesperado y con un amor por el gore comparable con las viejas cintas del estudio Hammer, encargado de la ‘Drácula’ de 1958 con Christopher Lee y ‘La maldición de Frankenstein’ de 1957 con Peter Cushings interpretando al doctor que casi por accidente da vida al monstruo. Como las nuevas ‘Halloween’ son cintas donde un pequeño corte puede generar litros de sangre, pero en las que también se hace énfasis en la capacidad de los protagonistas de enfrentar al mal, una diferencia clave entre la versión de Green la cinta original de Carpenter.

Sus tres excursiones dentro del universo ‘Halloween’ tienen eso en común, además de haber intentado con poco éxito sumar a la saga algo de comentario social. Es verdad que tuvieron una relación complicada con la taquilla, con la segunda entrega llegando a salas en 2021 y la tercera a inicios de 2022 por lo que no tuvieron el éxito esperado. Pero la capacidad de su director de presentar una cinta de alto nivel visual por un presupuesto bastante bajo fue suficiente para marcarlas como éxitos dentro del análisis de resultados del estudio. 

Por tanto, hay motivos para estar atentos con su acercamiento al universo de ‘El Exorcista’ de William Friedkin. La cinta original de 1973 es quizás la pieza de terror más importante del «nuevo Hollywood» junto a ‘Tiburón’ de Steven Spielberg, por lo que intentar recapturar su magia puede ser visto como una herejía cinematográfica, o así sería si no se hubiese intentado un par de veces en el pasado.

OTRO INTENTO DE REVIVIR ‘EL EXORCISTA’

Si bien la cinta de Friedkin no necesita ningún complemento se ha intentado hacerle seguimiento varias veces. En 1977, cuatro años después del éxito de la original ‘El Exorcista 2: el hereje’ que continúa la historia del personaje de Linda Blair, pero que intenta mezclar la culpa católica de la original con tradiciones paganas de África y con un guion bastante absurdo, aunque el estilo visual de John Boorman hace que sea interesante estéticamente fue un absoluto fracaso. 

El segundo intento fue en 1990, 23 años después de la original. Esta vez fue William Peter Blatty, autor de la novela original, el encargado de dirigir ‘El Exorcista 3: Legión’, una cinta que le fue arrancada de las manos en edición para agregar detalles que la hicieran más parecidas a la original. A pesar de la intervención del estudio y de su fracaso en taquilla se ha vuelto una cinta de culto gracias a su particular estilo visual, y a la actuación central de Jason Miller como la víctima de la posesión. 

Tras los dos fracasos de taquilla hubo dos intentos de hacer una precuela, ambos con Stellan Skarsgård en el papel central. Pero ambos fueron fracasos críticos y de taquilla que a diferencia de la cinta de Blatty no fueron capaces de conseguir una apreciación posterior. 

DAVID GORDON GREEN: DE LA COMEDIA AL TERROR

Más allá de cómo le vaya a Green con su intento no deja de ser una trayectoria interesante. El trabajo del director le ha hecho pasar por dos géneros casi opuestos, y jugar en algunos de los universos más interesantes del terror. Habrá que ver cómo pone su marca personal en ‘El Exorcista’, sobre todo por qué su estilo es muy distinto a la cinta original. 

Es que si bien los momentos de la cinta de 1973 más recordados son los más chocantes visualmente buena parte de la película gira en torno a conversaciones sobre la fe, y momentos de duda. Es una cinta bastante lenta para los gustos actuales influenciados por Twitter y TikTok, por lo que lo esperado es que el director siga su propia senda, quizás teniendo más en común con las películas de posesión infernal y su uso excesivo del gore que con la original, aunque eso está por verse.