El Rodalies se convierte en la última moneda de cambio para la investidura de Sánchez

La posibilidad de una investidura de Pedro Sánchez es cada día más palpable, pero la realidad es que la coalición de la que depende el líder del PSOE para gobernar sigue siendo delicada. Es que la amplia combinación de partidos genera tal variedad de intereses que cualquier movimiento en falso puede ser catastrófico, ejemplo de eso es la exigencia de la consellera de Territorio de la Generalitat, Ester Capella donde asegura que el traspaso al govern del Rodalies es necesaria para el apoyo a Pedro Sánchez. 

Según Capella el traspaso es «una condición» para que Esquerra Republicana apoye la investidura del presidente en funciones para la próxima legislatura. No es primera vez que los partidos catalanes hacen esta petición, de hecho suelen responsabilizar a Renfe de los problemas de puntualidad que muchas veces tiene el servicio. No es que el Rodalies sea una excepción en este tipo de problemas, de hecho es un reclamo repetido en los servicios de Cercanías en Madrid y Sevilla. 

Pero la situación catalana sí que ha hecho que este caso sea especialmente complicado. Al mismo tiempo es evidente que desde el Ministerio de Transporte que preside Raquel Sánchez no se ha planteado seriamente el traspaso de la gestión de este servicio. Si bien el ministerio ha cedido a algunas de las exigencias del Govern sobre el Rodalies, como el aumento de frecuencias aprobado en los últimos días, Renfe sigue gestionando todos estos servicios con la idea de mantener unidos los criterios, y evitar dificultades con medidas como los abonos gratuitos. 

Por supuesto es una de esas discusiones permanentes entre el Govern y el Gobierno español. Lo peor es que fuera del PSOE no parece que haya demasiados ciudadanos dispuestos a defender la gestión de estos servicios, de hecho incluso el PP ha criticado el funcionamiento del servicio, y exigido que se tome «en serio» su funcionamiento para acallar las voces que piden el traspaso. El PSC por su lado ha evitado comprometerse con la decisión con su primer secretario Salvador Illa comentando en julio de la importancia de la convivencia tras ser increpado sobre el tema. 

JUNTS DEJA DE LADO LA CONVERSACIÓN SOBRE RODALIES

Por su lado desde Junts han dejado este tema fuera de las prioridades enfocándose, como no, en la ley de amnistía y la posibilidad de un nuevo referéndum. De hecho el secretario general de la agrupación, Jordi Turull, sentenció la conversación rápidamente en julio del mes pasado: «No he ido a prisión para traspasar Rodalies» expresó en un mitin durante la campaña, a forma de hacer burla de la otra formación independentista.

Esto le quita capacidad de presión a ERC. Es que aunque los votos del partido de Carles Puigdemont ha sido una duda desde el principio de las negociaciones sobre la investidura desde la noche del 23 de julio los del partido de Rufian parecen un hecho, y no parece probable que sin apoyo de otras formaciones independentistas se atrevieran a descarrilar la investidura por un punto que parece menor. 

A esto se le suma que es una presión que pueden mantener después de una formación de gobierno, y que los catalanes seguramente se puedan mostrar abiertos a una nueva gestión del Rodalies. Al mismo tiempo le da un tiempo clave a Renfe para mejorar los servicios, y para aumentar la transparencia sobre las fallas normales en un servicio de transporte, es que a largo plazo será importante poner a los españoles del lado de Renfe si quieren evitar que medidas como un posible traspaso se lleven a cabo con el aplauso de los usuarios. 

SE ACERCA CADA VEZ MÁS LA POSIBLE INVESTIDURA

Con la certeza casi absoluta de que el intento de investidura de Feijóo no tendrá éxito el PSOE sigue avanzando en unas negociaciones que, al menos en público, ya dan por exitosas. La situación sigue siendo delicada tanto para el partido de Pedro Sánchez como para sus aliados que siguen teniendo que elegir con cuidado en qué puntos pueden ceder y en cuáles no de cara a la posibilidad de que se forme un gobierno.

Para el líder del PSOE ya es evidente que habrá un gobierno de coalición entre ellos y el partido de Yolanda Diaz, al menos así lo dijo el domingo durante un acto con el PSC en Cataluña, en el que no se nombró el tema de Rodalies. En ese panorama las exigencias de Juntas, y no las de ERC, son las han protagonizado los titulares sobre la negociación entre ambas partes. 

En cualquier caso el tema no desaparecerá una vez que llegue el intento de investidura de la izquierda. La realidad es que mientras siga habiendo problemas en Rodalies desde los partidos catalanes habrá motivos para exigir el traspaso. Será llamativo ver si Renfe es capaz de, al menos, dar menos motivos para pedir el cambio de gestión.