Los españoles, los que más farmacias visitamos: hasta un 67% son pacientes habituales

Según los datos del Ministerio de Sanidad, en los últimos 7 años, los españoles acuden cada vez más seguido a las farmacias, aumentando casi un 54% el uso de opiáceos.

Estos medicamentos imitan la actividad de las endorfinas, controlando el dolor y aportando bienestar, lo que los hace altamente adictivos si no se usan debidamente.

Uno de los opiáceos de los que más se abusa en nuestro país es el fentanilo. Así, España es el tercer país donde más se consume este fármaco, tras Alemania y Estados Unidos.

Los españoles acudimos más a las farmacias en busca de opiáceos

Incluso desde el inicio de la crisis sanitaria de la pandemia, los datos muestran que las farmacias han sido el principal centro sanitario de información para los ciudadanos sobre la posible incidencia del coronavirus en su estado de salud.

La confianza de la sociedad española hacia los farmacéuticos es prácticamente unánime, junto con la veracidad de la información facilitada y la calidad en la atención recibida.

Asimismo, el uso y abuso de opioides en España no se ha convertido en una epidemia como sí ha sucedido en Estados Unidos, esto por la solidez de nuestra sanidad pública y al blindaje electrónico de nuestro sistema de recetas.

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La alerta por el fentanilo en España está muy lanzada

En palabras de los expertos de Quirónsalud, «probablemente los pacientes usan de más los opiáceos por no tener el conocimiento adecuado y demandarlos por problemas que tienen y los médicos quizá prescriben también de más por tener esa sensibilidad hacia sus pacientes y querer resolver de forma rápida sus dolencias». Además, existe un mercado negro donde se venden estos fármacos de manera ilegal. Los opiáceos más comunes son:

  • Morfina, buprenorfina o fentanilo: para el dolor crónico
  • Codeína y dextrometorfano: para tos y cuadros febriles
  • Preparados con bismuto y opio: para tratar la diarrea
  • Tramadol: analgésicos para dolor ocasional, de cabeza, traumatismos, posoperatorios…

Todos estos casos son dos caras de una misma moneda: la del enorme problema en que se ha convertido en países como Estados Unidos el consumo de analgésicos contra el dolor. Hay expertos que ya hablan de una epidemia de adicción en Norteamérica, que avanza hacia otros países.

En España, en concreto la del fentanilo, la alerta está lanzada. Es una droga muy destructiva, más adictiva que la heroína, mucho más potente y más propicia a la sobredosis.

Las farmacias se han convertido en todo un supermercado de la salud

De hecho, las farmacias de un tiempo a esta parte han ampliado su oferta llegando a convertirse en un supermercado de la salud maravilloso para sentirnos que nos estamos cuidando.

Todo lo relacionado con el bienestar está a nuestro alcance, todo lo relacionado con la salud lo tenemos al alcance de la mano y nos pensamos que todo está enfocado a cuidarnos, aunque sea un supermercado de la salud bajo el sello farmacia.

El estudio se ha llevado a cabo en siete países europeos y entre las preguntas realizadas estaba el por qué comprar en un lugar u otro, la satisfacción del cliente, la oferta, la cercanía, el poder encontrar una oferta importante de productos.

En España hay una farmacia por cada 2.114 personas, la ratio más alta

En su caso, y como algo también a observar, es que España tiene la ratio más alta de oficinas de farmacia, con 47,3 establecimientos por cada 100.000 habitantes.

O lo que es lo mismo; en España hay actualmente una farmacia por cada 2.114 personas. El segundo dato que llama la atención es la distancia de España en esta clasificación con el resto de países. Y es que la media de farmacias por habitantes en los países de la OCDE es de 3.984, casi el doble que en nuestro país.

El año pasado, los dueños de farmacias ya pidieron elevar uno de los requisitos básicos para poder optar a una nueva licencia de apertura de estos establecimientos sanitarios: el baremo de población. Concretamente, la patronal del sector abogó por aumentar hasta un 25% este límite, pasando de los 2.000 habitantes actuales como criterio mínimo actual a los 2.500. El argumento esgrimido por los dueños de farmacias es el esperado descenso demográfico de la población española en los próximos años.