Refugiados sí, pero no en mi casa: la hipocresía de las manifestaciones «humanitarias»

El tema de los refugiados es polémico, sí que lo es, sino pregúntenle a los científicos sociales y a los dirigentes políticos, pero la capacidad de sorprender de los seres humanos sigue superándonos, así lo ha demostrado este periodista inglés que asistió a una manifestación a favor de los refugiados  en el Reino Unido y al consultar a los participantes sobre la posibilidad de alojar a algunos de estos refugiados en sus casas, la respuesta no es para nada sorprendente.

Todos los manifestantes coincidieron en una sola cosa, además de manifestar su apoyo al programa de refugiados, en su negativa ante la posibilidad de introducir en sus hogares a un refugiado, respuestas como tengo pocos espacio, en este momento no puedo, para eso están los refugios, por eso pagamos impuestos, y los largos silencios que a veces expresan más que las propias palabras.

El video fue publicado en la red social Twitter por un usuario @CapitanBitcoin y como era de esperarse, los comentarios de los usuarios no se hicieron esperar “Nada nuevo, la habitual incoherencia de la izquierda, mucho bla bla pero, a la hora de la verdad, nada”, “Una cosa es predicar y otra dar trigo”, “Qué es fácil salir con una pancarta, teniendo tu casa bien guardada, falsedad sin límites”, “Ser populista es muy cool, pero a la hora de la verdad, se evidencia la hipocresía”.

Si, el tema de los refugiados es un problema con muchas consecuencias

Pero lo cierto es que mientras ocurren este tipo de protestas en muchos países de Europa, con gente que se rasga las vestiduras frente a una cámara de televisión, el Mediterráneo poco a poco se convierte en lo que muchos especialistas han denominado “la mayor tumba abierta del mundo”.

El tema de los refugiados es un problema complejo que afecta a todos los países involucrados, en el caso de Europa, es un problema que se ha venido incrementando con los años y es porque los países  vecinos utilizan sus territorios como puentes para poder ingresar a cualquier país de la Unión Europea, mientras eso ocurre se crean los lamentables campamentos de refugiados con condiciones realmente penosas.

La política migratoria de la Unión Europea ha venido cambiando con los años, tratando de adaptarse a la grave crisis que representan las olas migratorias de los últimos años, sin embargo, todavía no logra establecer los mecanismos adecuados para dar respuesta a este problema.

Con el tema de los centros de refugiados, existen en Europa los Centros de Internamiento de Extranjeros y los Centros de Estancia Temporal para inmigrantes en todos los países que pertenecen a la Unión Europea, también existen los Campos de retención a las puertas de Europa y los campamentos de acogida para refugiados, cuyo objetivo es filtrar, iniciar el proceso migratorio y en otros casos acelerar el proceso de expulsiones desde el interior de su territorio, y evidentemente todos estos centros requieren de recursos, algunos de ellos provenientes de los impuestos que pagan los ciudadanos.

Pero lamentablemente las políticas migratorias de la Unión Europea lejos de generar un impacto positivo lo que ha hecho es propiciar una crisis humanitaria, Europa se erige como una gran fortaleza impenetrable, insensible y totalmente despreocupada del tema de los derechos humanos y son muchas las muertes que han ocurrido tras esos muros.

Según las últimas cifras reveladas por ACNUR y CEAR durante el año 2022 por primera vez el número de personas desplazadas de manera forzada de sus países por razones que van desde los conflictos armados, persecuciones políticas, violencia, violaciones de los derechos humanos, e impacto climático, supera la barrera de los 100 millones, una cifra record gracias al reciente conflicto entre Rusia – Ucrania.

España por su parte ha anunciado recientemente que acogerá un total de 1.200 refugiados durante el año 2023, una cifra similar a la del año anterior, a través del Programa Nacional de Reasentamiento de Refugiados en España, los refugiados serían personas provenientes de países que se han visto afectados por conflictos políticos y crisis humanitarias,

Recordemos que el número de refugiados que puede aceptar cada país es decidido por la Unión Europea, la cual sigue instrucciones establecidas de acuerdo a las prioridades globales identificadas por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Los programas de migración generalmente se diseñan de manera integral, es decir, no se considera solamente la reubicación de la persona o familia, sino que se consideran todos los aspectos involucrados en el acompañamiento a través de la implantación paulatina, en un trabajo conjunto entre ACNUR y representantes del Estado, en el caso de España, el ente encargado es el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

Los programas de acompañamiento son integrales y abarcan todas las áreas que hacen posible una vida digna para un ser humano, educación, salud, idiomas en la mayoría de los casos, seguimiento psicológico en el caso de los refugiados por causas violentas y en general la adaptación a un país extraño, y por razones no voluntarias.

Si, el tema de los refugiados es complejo, pero no hay que olvidar que los refugiados son seres humanos, que en la mayoría de los casos abandonan sus países de manera forzosa, dejando atrás familias, trabajos, costumbres, una vida completa, significa en la mayoría de los casos volver a empezar y de cero.

Es lamentable que todavía que a estas alturas de la “evolución humana” y en países “desarrollados” la gente no logre entender la gravedad del problema, un problema que además no se resuelve con una pancarta y un par de gritos en la calle, y mucho menos cediendo una habitación en sus casas, es un problema que va mucho más allá.