‘Barbie’ y la ‘Toy Movie’ llegan para comerse a los superhéroes

‘Ant-man y la Avispa: Quantumania’, ‘Black Adam’, ‘Flash’, Shazam: Furia de los Dioses’ y ‘Morbius’, la seguidilla de fracasos de taquilla en el cine de superhéroes es complicada de ocultar, y aunque no son las únicas cintas que se han estrellado en la taquilla sí que ha habido éxitos como ‘Top Gun: Maverick’, ‘Avatar: El sentido del agua’ y ‘Super Mario Bros: La Película’, que demuestran que aún se puede llenar una sala. ‘Barbie’ es él caso más reciente, pero ya apunta al nacimiento de un nuevo género que puede reemplazar a las capas y los antifaces. 

La ‘Toy Movie’, básicamente llevar un juguete conocido a una película, no es una novedad. Desde que Ronald Reagan permitió que se usaran programas de televisión para vender productos ha sido una parte normal del ecosistema de Hollywood, de hecho este es el origen de franquicias como ‘He-Man’ o los ‘Transformers’. Más recientemente casos como: ‘Lego película’ de Phill Lord y Chris Miller le dieron nueva vida a la fórmula. 

Este último caso es quizás la principal influencia de ‘Barbie’, una de esas películas extrañamente criticas con su propia existencia que llego al éxito gracias a este juego doble entre el tono satírico y su propia función como pieza promocional. Al mismo tiempo en ambos casos es evidente que parte del éxito del proyecto es darle libertad a sus directores y contar con que el público reaccione. Es que al igual que Lord y Miller, Greta Gerwig es una cineasta completa y talentosa con mucho que demostrar.

Y es que los juguetes pueden ser liberadores para los directores y guionistas. Al no tener tanta historia previa como un personaje de comic. Además, también permite variedad de historias que van desde la sátira al cine de acción como las cintas de ‘GI Joe’, o comedias más puras como la adaptación de ‘Cluedo’. Es quizás una de las grandes ventajas que tiene los estudios si apuestan por esta hoja de ruta: El mapa permite improvisar bastante. Este también puede ser el defecto de adaptar al cine un material vacío, como paso con la adaptación de ‘Batalla Naval’.

MATTEL Y HASBRO DAN LOS PRIMEROS PASOS TRAS EL ÉXITO DE ‘BARBIE’

De momento las dos jugueteras más dispuestas a intentar competir con el imperio de Marvel y DC son, quizás sin demasiada sorpresa, Mattel y Hasbro. Es lógico, además de Barbie, la primera es dueña de marcas como ‘He-Man’, ‘Max Steel’ y ‘Polly Pocket’, todas ellas tienen de hecho proyectos en preproducción, aunque frenados por la huelga de actores y guionistas. Mientras que la segunda es dueña de los Furbys y los My Little Pony, además de las mencionadas ‘Transformers’ y ‘G.I. Joe’.

Son marcas reconocidas, algunas ya con éxitos previos en el cine o la televisión. La lógica parece simple en todos los casos, dejarle el encargo a un director respetado y darle algo de libertad parece ser suficiente para llenar las salas de cine para los fanáticos de su muñeco preferido. Es de hecho un fenómeno evidente en la que puede ser, accidentalmente, la primera de estas cintas: ‘Toy Story’. En este film cuando aparecía un juguete conocido terminaba siendo uno de los puntos más mencionados de la película.

Habrá que ver a cuáles acuerdos llegan ambas compañías. De momento mientras que Mattel ha cerrado acuerdo con Warner y Hasbro lo tiene con Paramount, pero en ambos casos es fácil adivinar que también tendrán que hacer planes para el mundo del streaming. 

¿CUÁL ES EL FUTURO DEL CINE DE SUPERHÉROES?

Aunque los superhéroes podrían dejar de ser el género más popular del cine, parece que si seguirán teniendo vida a corto plazo, y seguramente en el largo. Aun en medio de sus malos números, varias cintas han conseguido llegar a números positivos como ‘Guardianes de la Galaxia Volumen 2’ y ‘Spider-Man: A Través del multiverso’. Por lo que lo más probable es que simplemente veamos como baja la saturación. 

De cualquier modo, y más con una huelga de por medio, todo puede cambiar. Si por casualidad ‘Blue Beetle’ o ‘Las Marvels’ atrapan la imaginación del público, y sus billeteras, es posible que demos un paso atrás y volvamos a ese lugar seguro que son los superpoderes.