Durante el verano es común que las mujeres lleguen a presentar problemas en su zona íntima. ¿Las razones? Son varias, pero comencemos por mencionar que las propias condiciones de la temperatura, la piscina, la playa y la humedad, suelen convertirse en las principales enemigas de esta delicada parte del cuerpo femenino. Durante la época estival es recomendable prestar especial atención a tu zona íntima y ofrecerle cuidados para evitar complicaciones. Quédate y descubre lo que puedes hacer para gozar de buena salud incluso en tus partes más delicadas.
1El delicado equilibrio del pH de tu zona íntima
Comencemos por establecer que las principales alteraciones que sufre tu zona íntima en verano obedecen a afectaciones en el pH, el cual cumple importantes funciones que pocas veces, o nunca, nos detenemos a pensar. El pH ácido natural de la zona íntima ayuda a mantener un ambiente desfavorable para el crecimiento de microorganismos dañinos, como bacterias y hongos. Un desequilibrio en el pH puede favorecer la proliferación de estos microorganismos y aumentar el riesgo de infecciones, como la vaginosis bacteriana o la candidiasis.
El pH ácido también juega un papel importante en el equilibrio de la flora vaginal, que son las bacterias beneficiosas que viven en la vagina. Estas bacterias ayudan a mantener el ambiente saludable, controlando el crecimiento excesivo de otros microorganismos y contribuyendo a la protección contra infecciones. Además, la piel de la zona íntima es más delgada y sensible en comparación con otras áreas del cuerpo, por lo que un pH equilibrado ayuda a mantener la barrera natural de la piel íntima y a prevenir la irritación, picazón, sequedad u otros síntomas incómodos. Pasemos entonces con las formas que existen para contribuir a la salud de tu vagina.
