Las redes sociales estallan contra la campaña de blanqueo del régimen castrista, que ha invitado a influencers españoles para dar una imagen positiva de Cuba, alejada de la realidad.
Los influencers, o personas activas en redes sociales que se ganan la vida con ellas, se han convertido en el referente cultural de muchos jóvenes. Tanto es así que ya no solo se ganan la vida subiendo publicaciones patrocinadas a Instagram, también hacen bailes en Tik Tok y cuentan sus vidas en Twitter.
Las marcas fueron las primeras en darse cuenta de su tirón entre el público más joven y es ahí donde comenzaron los contenidos patrocinados. Pero la tuerca ha dado un giro más y ahora son parte de campañas políticas.
Muchos recordarán las campañas de Igualdad que citaban a Xokas o Dallas o aquel cartel en el que que se mostraban cuerpos no normativos. Que fue denunciada por una influencer británica por usar su imagen sin permiso.
Ahora otro gobierno, el de Cuba, ha invitado a un grupo de famosos que han pasado unos días en la isla viviendo a todo lujo y mostrando una imagen del país, que si bien existe, no es real, ya que solo la disfrutan aquellos con una situación pudiente, es decir, los colaboradores más íntimos del régimen castrista.
Marina Rivers, Jorge Cyrus, Twin Melody, Aida Redru, Claudia García o Lucía de la Puerta son algunos de estos usuarios de redes sociales que fueron invitados y que, a sabiendas o no, han sido parte de una campaña de blanqueo.
La reacción de las redes no se han hecho esperar y el cantante, Yotuel, ha compartido la publicación de un chico cubano, Royniel, en el que se retrata la verdadera situación de Cuba.
Este joven pide en el vídeo que no se «romantice» la situación de Cuba, ya que es un país que lleva «62 años esclava gracias a una dictadura», en clara referencia a las políticas del régimen de los hermanos Castro «que la ha mantenido en la decadencia y la destrucción total».
Enjoy Travel Group es la agencia de viajes cubana, cercana al castrismo, que ha invitado a estos influencers a la isla. Y que les ha permitido visitar las calles de La Habana, posar con coches clásicos o realizar viajes en catamarán.
Royniel continua su vídeo mostrando todas aquellas cosas que han hecho estos famosos y que los cubanos no pueden hacer. «Los cubanos no pueden ir a hoteles, los cubanos tienen prohibido subirse a embarcaciones marítimas».
Posteriormente, ha comentado a cuanto asciende el salario de un profesor en Cuba «literalmente el salario de un profesor de Cuba es de 40$ al mes, y estos hoteles valen 100 y 200$, la noche». Y les ha recriminado «y ustedes tienen la cara de decir vengan a Cuba, viajen a Cuba. Cuando ni si quiera ese dinero va para el pueblo».
«Cuba lleva 62 años parada en el tiempo»
Acto seguido ha mostrado el autobús en el que se han paseado los invitados. Un autocar que en España sería común, quizá con el añadido de tener wifi en el interior, detalle que no todos los vehículos de línea tienen. Pero que contrasta con los autobuses que sí utilizan los cubanos. Autocares cuya edad ya no se mide en años, que por supuesto no respetan ningún tipo de normativa ecológica, y en el cual la comodidad, por la cantidad de gente que sube a ellos, dista mucho de lo que se puede ver en España en un día de diario en hora punta.
Royniel ha añadido «en Cuba los únicos autobuses que hay son los públicos y literalmente la mayoría de ellos no funcionan porque no hay gasolina ni petróleo».
Después Royniel arremete contra los títulos de las publicaciones de estas personalidades de internet. «Conociendo Cuba y su gente» cita una de esas publicaciones y el joven estalla: «Falso, están conociendo los lujos que les da su agencia privada».
El joven cubano sigue hablando de la realidad de Cuba, para dar cita a los coches vintage con los que se fotografían Rivers y compañía. De ellos dice que los únicos coches que hay en la isla son de políticos o de los 50. Y que el resto de cubanos tiene que coger el autobús.
Royniel no se olvida de las calles de La Habana, las cuales muestra llenas de pobreza, casas derruidas y gente que pasea con andrajos. Y recuerda el hecho de que miles de jóvenes siguen «desaparecidos» por el hecho de reclamar una democracia. Y les espeta «No, no estáis conociendo Cuba. Estáis conociendo lo lindo de una dictadura. Lo que el cubano de a pie no puede acceder».
