La silicosis en la industria de la fundición: un problema persistente

La industria de la fundición tiene un índice de mortalidad muy alto en comparación a otros sectores. De forma general, esta situación se debe a la gran cantidad de riesgos laborales existentes y, sobre todo, a problemas persistentes y sin un tratamiento efectivo como es el caso de la silicosis.

Las medidas de prevención van evolucionando y asentándose en esta industria, pero el trabajo, la maquinaria utilizada y los materiales aplicados hacen inevitable en gran parte la exposición a todo tipo de accidentes.

Riesgos laborales en la industria de la fundición

Ante los numerosos casos de accidentes y enfermedades desarrolladas a raíz del trabajo en la industria de la fundición, se han realizado diversos estudios con los que identificar dónde están los mayores problemas.

Estos son los más importantes:

  • Maquinaria: Manos y antebrazos pueden quedarse atrapados en la maquinaria, sobre todo ante una posible rotura o estallido de las muelas. El mantenimiento preventivo y la precaución en el uso de estos recursos son importantes factores que ayudan a reducir los accidentes laborales.
  • Soldadura: La soldadura puede ser peligrosa en la fundición tanto por heridas en su aplicación, como por toxicidad debido a los vapores de metal que se generan.
  • Ruido: Tanto el ruido como las vibraciones se presentan en la industria de la fundición con persistencia y ponen en riesgo a los trabajadores ante problemas auditivos y también musculares.
  • Polvo generado en la fundición: El trabajo rutinario en la fundición puede generar todo tipo de problemas derivados del polvo, desde oculares por la irritación que causa hasta pulmonares, como es el caso de la silicosis.

El riesgo es proporcional a la exposición. Cuanto más tiempo se esté trabajando en un entorno con alta concentración de este material, más peligro hay de que el polvo de sílice cristalina penetre hasta los pulmones y desarrolle la enfermedad.

Por qué la silicosis es un problema persistente

Todos los riesgos laborales son importantes y merecen nuestra atención, pero es cierto que hay algunos más fáciles de prevenir que otros.

En el caso de la silicosis el mayor problema ha estado en la imposibilidad de reconocer sus síntomas. En los casos en los que ha aparecido antes, esta enfermedad pulmonar comenzaba a dar señales de presencia al cabo de unos cuantos años.

De hecho, identificamos hoy en día 3 clases de silicosis:

  1. Silicosis crónica: es la que tarda más en aparecer, hay casos en los que no se constata hasta los 10 años después de haber estado el profesional expuesto al polvo de sílice. Se desarrolla cuando el espacio de trabajo donde estaba este material presentaba una concentración moderada.
  2. Silicosis acelerada: tarda menos que la anterior en aparecer, pero aún así puede demorarse de 5 a 10 años desde el momento de la exposición. Se asocia a entornos de trabajo con una concentración alta de polvo de sílice.
  3. Silicosis aguda: es la clase más acelerada de todas, aunque los primeros síntomas pueden tardar de 4 a 5 años en aparecer. Se desarrolla cuando la concentración de este polvo era muy alta.

Se ha avanzado mucho en los últimos años en lo que respecta a la investigación e identificación de casos de silicosis en todo el mundo. Sin embargo, la enfermedad persiste porque no existe una cura ni un tratamiento con el que contrarrestar significativamente los síntomas.

Sí que hay algunos medicamentos y compuestos que se pueden utilizar para reducir las molestias de la enfermedad o frenar en la medida de lo posible su avance. Pero su persistencia se mantiene invariable hasta que no encontremos una cura definitiva.

Cómo reducir los casos de silicosis en la industria de la fundición

Actualmente ya hay medidas para identificar situaciones de riesgo y analizar el peligro potencial de exposición que se haya podido dar en un espacio de trabajo.

Las medidas de prevención representan la mejor estrategia para reducir los casos de silicosis entre los trabajadores de la fundición y de cualquier otra industria.

Legalmente están incluso reguladas. La Orden TED/723/2021, de 1 de julio sobre la «Protección de los trabajadores contra el riesgo por inhalación de polvo y sílice cristalina respirables», se publicó precisamente para poder establecer las directrices a seguir en empresas donde los profesionales pueden sufrir silicosis, con el fin de que el número de casos siga descendiendo progresivamente.

Incluso desde el INS (Instituto Nacional de Silicosis), también se elaboró una «Guía Técnica para la prevención del riesgo por exposición a la sílice cristalina respirable en el ámbito laboral», que se publicó el 13 de diciembre de 2022, para ayudar a los empresarios a implantar todas estas medidas.

Por tanto, el reconocimiento de la silicosis como uno de los mayores riesgos laborales en la industria de la fundición y en otros sectores es patente. También la preocupación por la comunidad científica por encontrar el remedio adecuado, con el que reducir la mortalidad de esta enfermedad a cero.

Mientras tanto, los empresarios deben asumir la responsabilidad de informar a sus profesionales y de aplicar las medidas necesarias, para que la exposición al polvo de sílice cristalina sea siempre la menor posible.