Alba Flores lamenta no vivir en 1936

Este miércoles en Madrid, en el barrio de Chueca, miles de personas aplaudían frases que llegaban del escenario en el que se presentaba el pregón y los actos para la marcha del Orgullo del sábado, esta vez con la actriz de La Casa de Papel, Alba Flores, como protagonista.

Una de las que se adivinan más masivas, con el fondo del ruido de la ultraderecha en su desembarco en los ayuntamientos, donde se ha dedicado a evitar que se desplegaran banderas LGTBIQ+, y a atacar los símbolos de igualdad.

Esos lemas que llamaban a la defensa de los derechos conquistados eran los que coreaban a la multitud las actrices Lali Espósito, Alba Flores y Ana Wagener, que dieron el pregón en el Día Internacional del Orgullo.

Alba Flores anima a «sublevarse» contra el fascismo

Las protagonistas de la película Te estoy amando locamente, que narra el nacimiento del movimiento LGTBIQ+ en la Sevilla de los años 1977 y 1978, se unieron a Manolita Chen, testigo directo de los acontecimientos que cuenta el largometraje, durante una celebración que combina la purpurina con el ceño fruncido ante lo que dijeron «es un ataque» a la libertad.

Y es que Alba Flores ha sido la encargada de dar el pregón del Orgullo LGTBI de Madrid frente a las miles de personas que se han concentrado en la plaza de Pedro Zerolo, donde la actriz ha instando a «sublevarse» contra el «fascismo» de hoy en día que limita los derechos del colectivo: «No existe ninguna cuneta donde nos vayan a poder meter a todes juntes», decía.

Además, ha recordado que cada «avance en los derechos» conquistados «ha sido fruto de la movilización de personas». Por eso, ha defendido que «la verdadera política le pertenece al pueblo y lo demás son palabras huecas, manipulaciones y teorías».

Alba Flores también ha pedido llenar las plazas de Madrid estos días «para celebrar el Orgullo porque este es el sentido de la lucha» y «celebrar la vida y lo que somos», pero también para que la «reivindicación trascienda a la fiesta».

La actriz recuerda los derechos del colectivo LGTBIQ+

«Queremos un orgullo feminista, no normativo y antirracista. Un orgullo diferente que señale que no queremos ser moneda de cambio para las elites económicas», decía la actriz, que durante su discurso recordaba que este mismo jueves 28 de junio, día en el que se celebra el Orgullo, se ha censurado en Valdemorillo (Madrid) una obra de Virginia Woolf: «¿Qué va a ser lo próximo? ¿Qué censuren a Lorca?», ha dicho.

A pesar de que siempre se ha negado a pronunciarse sobre su orientación sexual, una decisión que va en su firme línea de no hablar sobre su vida privada, la delicada situación que atraviesa el colectivo LGTBIQ+ ha animado a la conocidísima actriz a dar un paso al frente.

«Nadie nos ha regalado nunca nada. Cada avance en nuestros derechos ha sido fruto de la movilización de personas que han puesto el cuerpo. La verdadera política pertenece al pueblo. Lo demás solo son palabras huecas, manipulaciones y teorías», dice.

«La lucha que pertenece a la gente, a las calles y a las plazas. Y estos días llenaremos estas plazas para celebrar el Orgullo, porque este es el sentido de la lucha. Alegres, sí, alegres siempre, alegres pese a todo, alegres y combativas», ha expresado con convicción y con cierta emoción, llegando incluso a romperse ante la reacción de los allí presentes.