La formación naranja ha decidido cambiar de sede, aunque se queda en Madrid. Sin, embargo este cambio ha pillado por sorpresa al diputado, Juan Ignacio López Bas Valero, que se ha enterado por la prensa.
La nueva vida de Ciudadanos, ya alejados de los focos tras su desaparición casi al completo del territorio nacional y su decisión de no concurrir en las elecciones generales del 23J, no ha hecho más que comenzar. Y como en toda nueva etapa hay cambios.
Uno de sus cambios es el cambio de sede. En 2015 y con Albert Rivera al mando, los naranjas se afincaron en el barrio de Ventas, en la calle Alcalá, número 253. En un gran inmueble del que sólo ocuparon dos plantas, de las siete que tiene. Por aquel entonces, Ciudadanos se vislumbraba como la alternativa política, junto a Podemos, al duopolio que mantienen Partido Popular y PSOE.
Al poco de llegar a Madrid, a finales de 2015, tuvieron lugar los comicios que les permitieron irrumpir en el Congreso con 40 diputados, estaban llamados a ser el partido bisagra entre el duopolio. Sin embargo, su decisión de no pactar con Pedro Sánchez sentenciaría su muerte.
Tras el batacazo electoral de 2019 la pérdida de poder a nivel nacional y por ende la pérdida de militantes hizo que que los niveles de ingresos se redujesen y pudieron subsistir gracias a unas cuentas bien gestionadas y saneadas.
Pero tras estos últimos resultados en el 28M, la formación dirigida por Patricia Guasp y Adrián Vázquez, tiene que mudarse. Lo hará en julio a una oficinas situadas en Príncipe de Vergara 109. Tampoco existe una gran distancia entre su sede actual y la nueva, tan solo una distancia de menos de tres kilómetros.
Uno de los motivos por los que Ciudadanos se muda es el precio a pagar por el alquiler. Desde 2015 abonan 26.000 euros mensuales, solo en su sede principal, a lo que hay que sumarle unos 931.825 euros anuales para mantener el resto de sedes a nivel nacional. Con la pérdida de poder adquisitivo llega el momento de abrocharse el cinturón.
Pero una de las máximas de los cambios es saber comunicarlos correctamente para no levantar ampollas, más allá de que se acepten o no. Pues bien, el diputado por Alicante, Juan Ignacio López Bas Valero, parece no haberse enterado a tiempo, o que no se lo habían comunicado.
Según alude en su perfil de Twitter López Bas, tal y como reflejan los estatutos de Ciudadanos, la sede central estará en Alcalá 253. Y esta solo podrá cambiar tras un acuerdo del Consejo General o a propuesta del Comité Nacional. Sin embargo, nada de esto ha pasado y el diputado se ha tenido que enterar por la prensa. Para eso estamos los periodistas.
Más malas noticias para Ciudadanos
Si de por sí las vacas flacas son una mala noticia, más si en un partido político van acompañadas de unos malos resultados electorales y esto conlleva un cambio no solo de sede, sino de dirección. Si encima existen disputas internas, todo se complica aún más.
El pasado jueves asistimos a la denuncia del portavoz en el Congreso de los Diputados de Ciudadanos, Edmundo Bal, contra la actual dirección por revelar la existencia de un expediente disciplinario contra el propio Bal, del que aún no se le había notificado.
Es más, pudiera no ser el único expediente disciplinario de la formación naranja. Desde la dirección del partido se estudia expedientar al procurador en las Cortes de Castilla y León, Francisco Igea, por atacar a la dirección del partido tras tomar la decisión de no concurrir en las elecciones del 23J.
