San Ubaldo de Gubbio, protagonista del santoral del 16 de mayo

San Ubaldo de Gubbio, también conocido como Ubaldo Baldassini, fue un santo italiano que vivió en el siglo XII. Nació en Gubbio, una pequeña ciudad ubicada en la región de Umbría, en Italia. San Ubaldo es venerado como el santo patrono de los albañiles y las ciudades debido a su dedicación a la construcción de la comunidad y su amor por los menos afortunados. En este artículo, exploraremos la vida de San Ubaldo, sus logros y su legado duradero.

San Ubaldo nació en el año 1084 en una familia noble de Gubbio. Desde una edad temprana, mostró una profunda devoción religiosa y una compasión sincera por los necesitados. Ingresó al monasterio benedictino de San Pietro al Monte, cerca de Gubbio, donde recibió una educación religiosa y se formó como monje.

Después de completar su formación, San Ubaldo regresó a Gubbio y se convirtió en el abad del monasterio benedictino de San Pedro. Durante su tiempo como abad, demostró una gran habilidad para liderar y administrar la comunidad monástica, estableciendo un ejemplo de humildad y servicio.

Aunque San Ubaldo fue un destacado líder religioso, también tuvo un impacto significativo en la ciudad de Gubbio en su conjunto. Se le atribuye la construcción de varias estructuras clave en la ciudad, incluyendo la catedral de Gubbio, que se convirtió en un importante centro espiritual para la comunidad local.

Además de su trabajo arquitectónico, San Ubaldo también se preocupó profundamente por el bienestar de los ciudadanos de Gubbio. Fundó hospitales y refugios para los pobres y los enfermos, brindándoles apoyo y atención médica. También trabajó incansablemente para mejorar las condiciones de vida de los menos afortunados, alentando a otros a unirse en la labor de la caridad y la justicia social.

La vida de San Ubaldo estuvo llena de numerosos relatos de milagros y prodigios. Se dice que tenía el don de curar enfermedades y aliviar el sufrimiento de los enfermos. También se le atribuye la capacidad de calmar tormentas y proteger a la ciudad de Gubbio de desastres naturales.

Uno de los milagros más conocidos asociados con San Ubaldo es la «Carrera de los Ceri», que se celebra anualmente en Gubbio el 15 de mayo, día de su festividad. Durante esta carrera, tres equipos compiten por llevar en hombros enormes estructuras de madera conocidas como «ceri» a través de las calles empinadas de la ciudad. Se dice que San Ubaldo bendijo a los ciudadanos de Gubbio con su protección durante esta tradición centenaria.

Legado y veneración: Después de su muerte en 1160, San Ubaldo fue rápidamente venerado como santo en Gubbio y en toda la región de Umbría. Su fama de santidad y los relatos de sus milagros se extendieron rápidamente, atrayendo a peregrinos y devotos a su tumba en la catedral de Gubbio.

San Ubaldo fue canonizado por el Papa Clemente IV en el año 1262, lo que aumentó aún más su veneración y atrajo a más fieles a su culto. Su festividad se celebra cada año el 15 de mayo, y la ciudad de Gubbio se llena de devotos y turistas que participan en la Carrera de los Ceri en honor a San Ubaldo.

La Carrera de los Ceri es una tradición arraigada en Gubbio desde hace siglos y está directamente relacionada con San Ubaldo. Durante esta carrera, los participantes llevan en hombros tres estructuras de madera de aproximadamente 5 metros de altura y que pesan alrededor de 280 kilogramos cada una. Estas estructuras, llamadas «ceri», representan a San Ubaldo, San Jorge y San Antonio, los santos patronos de la ciudad.

Los equipos de corredores compiten para llevar los ceri por las empinadas calles de Gubbio, acompañados por multitudes de espectadores y el sonido de campanas y vítores. La carrera es un desafío físico y emocional, y se considera un acto de devoción y agradecimiento a San Ubaldo. Se cree que participar en la carrera y llevar a cuestas los ceri trae bendiciones y protección para la ciudad y sus habitantes.

La figura de San Ubaldo trasciende su papel como santo patrono de los albañiles y las ciudades. Su legado se extiende a través de los siglos y su ejemplo de amor, servicio y compromiso con los demás sigue siendo una inspiración para muchos.

Su dedicación a la construcción de la comunidad, tanto a nivel espiritual como material, es un recordatorio de la importancia de trabajar juntos para el bien común. San Ubaldo nos enseña que el servicio a los demás, especialmente a los más necesitados, es un camino hacia la santidad y una forma de fortalecer el tejido social de nuestras ciudades y sociedades.

La devoción a San Ubaldo continúa viva en Gubbio y en otros lugares donde se le venera. Sus milagros y su historia siguen atrayendo a personas en busca de esperanza, curación y protección. Además de la Carrera de los Ceri, se llevan a cabo diversas celebraciones religiosas y eventos para honrar a este santo caritativo y amado.

San Ubaldo de Gubbio dejó un impacto duradero en su ciudad natal y en la región de Umbría. Su trabajo como abad, su dedicación a la construcción de la comunidad y su amor por los menos afortunados lo convierten en un modelo a seguir para todos nosotros. La Carrera de los Ceri y las festividades en su honor son testimonios vivos de su legado y de la devoción que se le profesa hasta el día de hoy.