Defensa crea un mando espacial en el Ejército del Aire y del Espacio para adaptarlo a la realidad «ultraterrestre»

El Ministerio de Defensa ha acordado poner en marcha un Mando Espacial dentro del rebautizado como Ejército del Aire y del Espacio, con el objetivo de proporcionar a la estructura operativa de las Fuerzas Armadas las capacidades para actuar en la protección y el control de la seguridad nacional en la realidad «ultraterrestre».

Tal y como publica este martes el Boletín Oficial del Estado (BOE), la principal tarea del nuevo Mando del Espacio será la preparación de sus unidades, además de «la dirección, el planeamiento, la organización y la coordinación de las funciones que posibiliten la vigilancia, control y operación en el espacio» ante las «amenazas» que puedan surgir, al igual que ya se vigilan en los espacios terrestre, marítimo, aéreo y ciberespacial.

Asimismo, el Mando del Espacio, «como parte de la Fuerza Aeroespacial del Ejército del Aire y del Espacio, proporcionará a la estructura operativa de las Fuerzas Armadas la capacidad de libre acceso y explotación del espacio de manera segura, eficiente y coordinada», señala la orden de Defensa publicada en el BOE.

Defensa remarca que la aplicación de esta orden ministerial, que desarrolla la organización básica del Ejército del Aire y del Espacio, incluida la modificación de las unidades existentes y la creación de las que sean necesarias, se hará sin aumento de coste de funcionamiento del Ministerio y no supondrá un mayor gasto público.

Para el Ministerio que dirige Margarita Robles, «no cabe duda de que el espacio ultraterrestre tiene sus propias leyes físicas», de ahí que requiera «una estructura de mando y control específico que permita aplicar procedimientos más efectivos y disponer de aquellas capacidades adecuadas para operar en dicho entorno».

Por ello, el Mando del Espacio estará dotado de un sistema de mando y control con las capacidades necesarias para que, «una vez integrado en la estructura operativa de la Fuerza Conjunta, se garantice el planeamiento y ejecución de las operaciones de las Fuerzas Armadas y la libertad de acción de la Fuerza Conjunta».

Defensa explica que, a través la capacidad de mando y control espacial, la cadena operativa de las Fuerzas Armadas dependiente del Jefe de Estado Mayor de la Defensa «tendrá una visión completa de la situación espacial dentro de su esfera de control y del estado de todas las infraestructuras espaciales de interés nacional».

Y señala que en la actualidad muchos de los servicios esenciales de los que hacen uso los ciudadanos proceden del espacio y están relacionados con la observación de la tierra, el posicionamiento, el sincronismo de tiempos, la predicción meteorológica, el acceso a información oceanográfica, la obtención de información para el apoyo en catástrofes naturales o las comunicaciones vía satélite, entre otros. «Esta circunstancia obliga a disponer de las capacidades necesarias que garanticen el uso libre del espacio», recalca.

COMPETENCIA ENTRE PAÍSES

E incide en que desde la perspectiva militar, el espacio proporciona capacidades y servicios «únicos y cruciales, multiplicadores de la fuerza y, simultáneamente, críticos para el conocimiento de la situación, la conducción de las operaciones o la alerta temprana ante el lanzamiento de misiles de largo alcance».

Al mismo tiempo, hace hincapié en que la competición entre los actores internacionales por aprovechar el espacio ultraterrestre, así como el desarrollo de tecnologías para denegar su uso al adversario, «se han multiplicado», lo que obliga «a las naciones a adoptar medidas para asegurarse la libertad de acción en dicho entorno».

Por tanto, se busca que el Jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio pueda liderar e impulsar dicha transformación, ya que la puesta en funcionamiento de este nuevo mando orgánico tendrá un «efecto motor» en la transformación institucional que abarcará, entre otros aspectos, «la generación de doctrina específica en el marco de la operación en el espacio, el impulso de la formación y adiestramiento del personal», así como «la adquisición de las capacidades que permitan operar en el espacio ultraterrestre».

Cabe recordar que el Gobierno anunció en junio del año pasado que el Ejército del Aire pasaba a denominarse también Ejército del Espacio. La ministra portavoz, Isabel Rodríguez, justificó la medida como una «apuesta estratégica» por parte del Ejecutivo.

Isabel Rodríguez explicó que otros países ya han dado pasos en esta dirección, citando por ejemplo a Francia, que también cuenta con un Ejército del Aire y el Espacio, o Estados Unidos, que tiene una Fuerza Espacial. «Se trata de reforzar a las Fuerzas Armadas, en este caso al Ejército del Aire, para poder monitorizar el espacio y para garantizar también en él la seguridad y la libertad de actuación en la defensa de los intereses nacionales», indicó la portavoz.

En la orden, Defensa subraya que con el cambio de denominación se atiende a «la importancia del espacio ultraterrestre» en la seguridad y la defensa del país, «destacando el papel esencial que deben asumir las Fuerzas Armadas en la protección y el control del espacio», así como el liderazgo al respecto de esta rama del Ejército español.