La tarta de queso es uno de esos postres capaces de conquistar a cualquiera. Además, tiene la peculiaridad de que es diferente en cada casa, por lo que siempre es una aventura tomar tarta de queso en lugares distintos. Tenemos la idea de que es una receta muy elaborada, con cierto nivel de complejidad, y en realidad no es así. Lo que si es cierto es que requiere dedicarle un rato, ya que hay que hacer dos partes: la base, y la tarta de queso propiamente dicha. Por lo demás, siguiendo las proporciones y las indicaciones de la receta, es una de esas tartas que siempre quedan bien y con las que podemos impresionar a nuestra familia o invitado. ¿Te animas?
6MONTAR LA TARTA DE QUESO
Seguidamente, vertemos el relleno sobre la base con mucho cuidado hasta que llegue al borde de la base. Hay que hornearlo durante unos 35 minutos a 200ºC con calor arriba y abajo. Lo ideal es que los últimos 10 minutos se haga con aire, si tenemos un horno que disponga de esta función. Mientras, vamos a hacer el guiso de frutos para acompañar la tarta. En un cazo vertemos el agua y la confitura de frambuesa y lo batimos todo con una varilla. Ponemos a calentar y cuando rompa a hervir añadimos las frambuesas naturales. Dejamos cocinar un par de minutos y apagamos el fuego.
