Pasar frio no te resfria.

Seguro que muchas veces has escuchado o te han dicho ‘abrígate, que vas a coger frío y te vas a resfriar’. Estos virus «viajan» sobre todo por vía aérea a través de las gotitas originadas al hablar, toser o estornudar. 

Además, la exposición a las bajas temperaturas hace que nuestras defensas bajen, quedando más expuestos al virus dado que el cuerpo reacciona con menos eficacia ante la infección, provocando así el resfriado.