¡Que no te engañen! Cómo saber si unas gambas son frescas

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Las gambas son de los mariscos más utilizados en la gastronomía española y son infaltables en las mesas durante todo el año. Nada más delicioso que disfrutarla como parte del menú navideño, y también aprovechar de todo su sabor, jugosidad y aroma en una parrillada de verano. Este marisco es uno de los más consumidos y se encuentra presente en una amplia cantidad de recetas perfectas para tu deleite.

Sea cual sea el plato que vayas a preparar con gambas o que decidas escogerlas para hacer las más ricas tapas mientras compartes unos tragos con amigos, un factor que debes tener siempre presente es la calidad de las mismas, así que no dejes que te engañen y quédate a conocer cómo deben lucir al momento de comprarlas.

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Cómo comprar gambas cocidas

Mariscos cocidos

Otra posibilidad, al comprar este marisco, es llevarlo cocido a casa, en cuyo caso, debes revisar muy bien la carne, la cual debe lucir húmeda y firme y con tonos que varían del blanco al rosado, con manchas rojizas por fuera. El olor de las gambas cocidas es prácticamente imperceptible, por lo tanto, nunca lleves a tu hogar aquellos que tengan un olor desagradable o muy fuerte.

Verifica que en el lugar donde las estás comprando se encuentren bien separadas de los mariscos crudos, pues, de lo contrario, puede resultar contaminado. Si notas, además, que su cabeza, antenas y patas se desprenden fácilmente, significa poca frescura. Otro aspecto que debes observar son sus patas, puesto que si estás se encuentran dobladas, significa que fueron cocinadas vivas, lo cual es signo de una mayor frescura y calidad en el marisco.