Estamos en un momento crucial para el planeta, por eso es necesario que entre todos los agentes de la sociedad pongamos nuestro granito de arena para frenar el cambio climático. Gobiernos, empresas y ciudadanía deben trabajar conjuntamente para reducir la generación de residuos y las emisiones contaminantes.

Uno de los objetivos primordiales es utilizar energías verdes y renovables y dejar de recurrir a energías altamente contaminantes como los combustibles fósiles (petróleo y carbón).

Podríamos definir la energía renovable como aquella forma de energía que se encuentra disponible en el entorno y que puede reponerse constantemente.

Actualmente, este tipo de energía solo genera el 16% de la electricidad que se consume en todo el mundo, por eso es necesario incentivar su uso.

Beneficios energías renovables

No se agotan

Una de las ventajas más importantes de las energías renovables es que se puede recurrir a ellas de forma constante, como por ejemplo la que proviene del sol. Esta es la principal diferencia que tienen con los combustibles fósiles, que son limitados.

Respetan el medio ambiente

Las energías renovables son las grandes aliadas para conseguir un desarrollo sostenible, ya que no utilizan recursos naturales agotables y no emiten sustancias contaminantes como el CO2. Estos beneficios para el planeta también repercuten en el ser humano, porque su uso supone una atmósfera menos contaminada y por lo tanto un aire más sano para respirar.

La contaminación causa millones de muertes cada año en todo el mundo y además, afecta a la piel, las vías respiratorias y otros órganos.

Generan puestos de trabajo

Gracias al incremento del uso de las energías renovables se crean nuevos puestos de trabajo, lo que se traduce en un impacto beneficioso en la economía. Los empleos en este sector son una salida en muchas regiones donde escasea el mercado laboral. Además, evita que muchas personas tengan que emigrar para conseguir un trabajo, como en zonas despobladas y alejadas de los núcleos urbanos que normalmente es donde se concentra el tejido empresarial de las ciudades.

Independencia económica de los países

Cuando no se cuenta con fuentes de energía propias, los países pierden su independencia y además, pueden sufrir económicamente, ya que dependen de factores externos. Para evitar tener carencias, lo mejor es utilizar energías renovables propias y disminuir la importación de petróleo.

Tipos de energías renovables

Energía solar

Como su nombre indica, es la energía obtenida directamente de la radiación electromagnética del sol, una estrella que es fuente de luz, calor y también energía. Al ser una fuente inagotable su aprovechamiento es muy rentable y fácil de producir.

La energía solar se aprovecha mediante unos paneles fotovoltaicos que están formados por células fotoeléctricas y que la transforman en energía solar térmica o fotovoltaica.

Actualmente, tanto empresas como particulares, se han sumado al uso de este tipo de energía renovable, ya que es una manera de contaminar menos y de ahorrar en la factura de la luz. Si quieres dar el paso descubre más sobre estos productos y contribuye a un planeta más sostenible.

Energía eólica

La energía eólica es aquella que se obtiene por la fuerza del viento y que se recoge con molinos o aerogeneradores que transforman la energía cinética en eléctrica. Estos aerogeneradores deben colocarse a una altura de entre 80 y 120 metros de altura y orientarse en la dirección del viento.

La diferencia entre presiones origina las corrientes de aire y el rotor que se encuentra en el molino es el que aprovecha la fuerza del viento para convertir la energía cinética en energía mecánica, para que después, el generador la transforme en energía eléctrica.

Biomasa

La biomasa se define como las fracción biodegradable de los productos, residuos y desechos de origen biológico procedentes de actividades agrarias, incluidas las sustancias de origen vegetal y de origen animal, de la silvicultura y de las industrias conexas, incluidas la pesca y la acuicultura, así como la fracción biodegradable de los residuos, incluidos los residuos industriales y municipales de origen biológico.

Esto significa que la materia orgánica se utiliza como fuente de energía. La biomasa puede diferenciarse en recursos biomásicos agrícolas o forestales y se obtiene mediante cuatro procesos: combustión, digestión anaerobia, gasificación y pirólisis.

Energía hidroeléctrica

Esta energía es la que transforma la fuerza del agua en electricidad mediante centrales hidroeléctricas, unas infraestructuras que extraen todo ese potencial.

Las centrales se construyen cerca de un caudal de agua, ya que se encargan de convertir en energía eléctrica la fuerza que genera trasladar el agua de dos puntos situados a diferente altitud. Esa masa de agua pasa por una turbina que transforma la energía cinética en energía mecánica para que después un generador la transforme en energía eléctrica. Después el agua se devuelve al río con poca velocidad.

Este tipo de energía aprovecha el agua de lluvia, por eso no es perjudicial para el medio ambiente. Además, las centrales hidroeléctricas tienen una vida útil muy larga y no necesitan de grandes inversiones para ponerse en marcha.

Energía geotérmica

La energía geotérmica está disponible en todo el mundo, sin embargo, para poder aprovecharla es necesario que el terreno cuente con unas características específicas, como son los lugares donde haya fuentes termales, géiseres o volcanes.

Para extraer esta energía se perfora la zona elegida a la profundidad adecuada para introducir unas sondas geotérmicas. Estas portan agua que al descender, aumentan de temperatura y al subir acciona una bomba que provoca un intercambio de calor. Para convertir la energía calorífica en energía eléctrica se instala una planta geotérmica que recoge el agua y el vapor y la convierte en energía mecánica.

Energía marina

Este tipo de energía es la que a través de diferentes tecnologías aprovecha la fuerza del mar y los océanos gracias a las olas, las corrientes marinas, los gradientes térmicos y las mareas.

El potencial energético del mar es un recurso renovable y sostenible que no genera ningún impacto en el medioambiente. La principal dificultad para su implantación es que requiere de grandes inversiones para poder generar y trasladar la energía, debido sobre todo a las condiciones del mar.