¿Te acuerdas de tu infancia? Seguro que tienes muchos recuerdos que te hacen sonreír cada vez que los evocas. Uno de ellos es el chicle Bang Bang, ¿verdad? Ese olor, ese sabor, esa sensación de masticar durante horas. ¡Qué tiempos aquellos! La infancia es una época especial, llena de experiencias y momentos inolvidables. Y las golosinas, como los chicles, formaban parte de ella.
En los años 80 y 90 había una gran variedad de chicles diferentes, y seguro que tú probaste más de uno. Aunque han pasado los años, posiblemente todavía tienes muy presentes estos recuerdos de tu infancia. En este artículo, vamos a hablar sobre los chicles de tu infancia y cómo han evolucionado hasta hoy en día. ¡Sigue leyendo!
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Chicles Bang Bang
Los chicles Bang Bang eran muy populares junto con los Cheiw. Esta marca ofrecía una gran variedad de sabores, lo que los hacía muy atractivos para los consumidores. Podías encontrar chicles de fresa, menta, clorofila, fresa y plátano (que venían en un envase con dos colores llamativos), y hasta sabores ácidos.
El envase de estos chicles era alargado y cada uno venía envuelto de forma cuadrada cuando lo abrías. Al masticarlos, tenían un sabor intenso y no eran muy duros. En la actualidad, es difícil encontrar esta marca a menos que te dirijas a tiendas con productos americanos.
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Chicle barra de labios: Sensación única
¿Te acuerdas de las barras de labios? Seguro que has oído hablar de ellas o incluso las has probado alguna vez. Estos chicles eran una de las delicias de las niñas, ya que podían pasar horas jugando con ellos antes de consumirlos.
Además, cuando se mojaban con la saliva, teñían los labios de un color rojo intenso, lo que daba lugar a toda clase de juegos de imaginación en los que las niñas se hacían mayores. Aunque han pasado los años, estos chicles siguen estando disponibles en las tiendas y hoy en día se pueden comprar por sólo cinco céntimos.
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Chicles bazokas
Los chicles Bazokas son muy recordados por muchas personas. Su eslogan era: «Se estira y se explota». En España existieron dos versiones diferentes de estos chicles. Los primeros Bazokas aparecieron en el mercado en los años 50 y eran redondos, con tres pisos de forma redonda. Cuando se hacían pompas con ellos, las burbujas eran enormes, lo que los hacía muy divertidos.
En los años 70 y 80, los Bazokas volvieron a aparecer y, cuando se abrían, había dentro una tira de cómics protagonizada por Bazoka Joe, que incluso tenía su propio club de socios. En Estados Unidos, estos chicles siguen comercializándose hoy en día.
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Chicles de melones
Los chicles de melones eran muy populares por su forma llamativa y su sabor dulce y fresco, que recordaba a la fruta veraniega. Aunque eran muy duros, con el tiempo se ablandaban y podían disfrutarse durante largos minutos.
En aquella época, se vendían sueltos, aunque hoy en día se pueden adquirir en bolsas de veinticinco unidades o más, gracias a la empresa Vidal. Aunque han pasado los años, estos chicles siguen siendo una opción muy apetecible por su bajo costo (sólo diez céntimos) y su delicioso sabor.
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Tubble Gum
Tubble Gum era un chicle muy popular en su época, ya que se vendía en un pequeño tubo y era el único chicle que se podía tragar después de masticarlo durante un tiempo. Además, se ablandaba poco a poco en la boca, por lo que era ideal para las personas más perezosas. Este chicle tenía un sabor muy original, a tutti frutti, y se convirtió en una auténtica moda.
Además, hoy en día hay muchos más sabores disponibles para elegir. Los ingredientes de este chicle incluyen fructosa, jarabe de glucosa, azúcar, goma de mascar, estabilizadores, almidón y colorantes, que son muy comunes en la mayoría de los chicles.
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Bolas de chicles gigantes
Las bolas de chicle gigantes son una de esas golosinas que muchas personas recuerdan con cariño de los años 70, 80 y 90. Estos chicles se podían encontrar en diferentes tamaños y, cuando parabas en una gasolinera, seguramente le pedías a tu padre que te comprara uno.
Los chicles gigantes se vendían en dispensadores en los que se depositaba el dinero y se hacía girar una rueda para que el chicle saliera por una abertura. ¡Qué aventura! Aunque los chicles gigantes tenían diferentes colores, todos tenían el mismo sabor. Eran muy duros y el dulzor duraba poco.
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Tico Tico
Los Tico Tico eran muy populares y consumidos. Su sabor era muy intenso y sabían a sandía. Estos chicles tenían una forma alargada y venían envueltos como caramelos.
No podías elegir el sabor, sólo había uno disponible. Al masticarlos, se convertían en un chicle suave y duradero. Además, tenían un aroma muy agradable y se podía adivinar su sabor sin abrir el envoltorio.
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Cheiw
Seguramente oíste hablar del chicle Cheiw, que era muy popular en los años 70 y 80 junto con el Bang Bang. Lo que más atraía a los consumidores de esta marca era la gran variedad de sabores que ofrecía. Podías comprar chicles Cheiw de fresa, menta, clorofila, entre otros.
Un sabor que destacaba y que no tenía ninguna otra marca era el Cheiw de chocolate. Era curioso masticar un sabor así, y además estaba muy logrado. La textura de estos chicles era muy suave y blanda. Venían envasados de forma plana y rectangular, y la única diferencia entre unos y otros era el tamaño.
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Chicles Bubbaloo
Los Bubbaloo eran también uno de los chicles mas famosos en las tiendas, aun cuando no eran españoles. Estos procedían de Estados Unidos y las características que lo hacían únicos era su relleno con crema. Estos chicles redondos al igual que los bombones, y al morderlos, sentías una explosión de caramelos que inundaba la boca.
Gracias a los Bubbaloo que dieron lugar a la aparición de otros caramelos que actualmente se venden y poseen diferentes formas de pelotas, barriles, entre otros.
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Kojak
Chupachups es una marca muy reconocida internacionalmente, que triunfo por ponerle un palo a sus caramelos, y hacerlos únicos. Su producto Kojak es un rico caramelo que poseía una sorpresa en su interior, con sabor de cereza, y un toque acido que seguramente te enganchaba. Además, poseía un gran tamaño lo que hacia que lo disfrutaras por un buen rato.
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