A veces, sentimos tanto placer por ver las cosas ordenadas, que creemos que tenemos trastorno obsesivo compulsivo. Pero no, fuera de bromas que no deseamos a nadie, la verdad es que nos produce cierto placer ver cosas como estos ejemplos. Llamadme perfeccionista, pero seguro que a vosotros también os gusta.
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7El reponedor
Suponemos que el reponedor de ese supermercado solo se encarga de esa sección, porque estaría todo el día todos los días ordenando una y otra vez. Yo madrugaría para ver las estanterías así de repletas y tan bien ordenadas. No compraría nada, porque ni siquiera me atrevería a tocar ninguna verdura, pero sí que podría pasarme horas y horas mirando.
¿Es un problema mío o esto cada vez se está volviendo más placentero? El orden nos produce esta sensación. Y es como cuando hacemos una línea de las grandes en el Tetris. Pues esto es lo mismo.
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