A veces, sentimos tanto placer por ver las cosas ordenadas, que creemos que tenemos trastorno obsesivo compulsivo. Pero no, fuera de bromas que no deseamos a nadie, la verdad es que nos produce cierto placer ver cosas como estos ejemplos. Llamadme perfeccionista, pero seguro que a vosotros también os gusta.
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2El cajón perfecto
Sí, hay fundas que están hechas para ciertos aparatos, y nos gustan. Pero cuando encontramos, de casualidad, una caja en la que puedes guardar cosas concretas, y mucha cantidad, de una forma perfecta, casi nos da un yuyu de placer. Este sería el mundo perfecto. Aquel donde las cosas están hechas para caber perfectamente.
Es difícil, pero a todos nos toca aunque sea una vez en la vida. Es peor que buscar el amor, porque es más probable encontrar el amor, que encontrar una caja de este tipo, eso seguro.
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