Los riesgos de comer gambas

Las gambas esa delicias del mar que se pueden comer a la plancha, crudas, en ensalada, con pasta o en un guiso, son una fuente de sabor y placer gastronómico en especial para todos los amantes de los sabores fuertes y a mar, sin embargo este placer puede traer consecuencias serias para tu salud.

Las gambas generalmente, como son bajas en grasa, no nos suponen grandes contratiempos a nivel nutricional. Sin embargo, como en todo hay un límite y pasarse de la raya puede tener más desventajas que ventajas para nuestra salud y cuerpo, hoy te enseñaremos cuáles son los problemas por comer demasiadas gambas.

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Alimento bajo en grasa y alto en proteína

Gamba Roja

En un guiso, con pasta o incluso crudos o semicrudos las gambas son un alimento que se considera una especie de manjar, sobre todo porque un producto muy bajo en grasas. no suele pasar de los dos gramos de grasa por cada 100 gramos de gambas. Sin embargo, hay ciertos perjuicios, algunos con fundamento y otros no tanto, que son muy habituales en las gambas y en los langostinos, independientemente del tipo de consumo que tengamos.

En la parte positiva estamos hablando de una fuente de proteína entre un 20% y un 25% del peso total del producto, por lo que en dietas cetogénicas son bastante habituales.

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Bajo en carbohidratos

Gambas En Salsa Rosa

Otra de las ventajas de las gambas, es que es un producto bajo en hidratos de carbono, al igual que cualquier tipo de pescado o marisco, por lo que realmente no ingieres muchas calorías cuando los comes. El problema puede venir no con el producto en sí mismo, sino en con el acompañamiento que lo hagamos partícipe, pues es común hacerlo participe de festines más calóricos, como cuando introducimos salsas como la mayonesa, la bechamel o la salsa rosa.

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Fáciles de digerir

Gambas

Los mariscos y las gambas son muy fáciles de digerir, este es otro de los problemas de su consumo, aun cuando se vea como una virtud, pues sin pretenderlo, estarás haciendo ya de por sí ingestas demasiado calóricas. Las gambas son fáciles de comer, se digieren muy rápido, por lo que no crean sensación de saciedad, esto puede ser perjudicial, pues nos podemos pasar con el tamaño de la ración con bastante facilidad.

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No aptas para hipertensos

Gambas A La Plancha

Los acompañamientos de las gambas no suelen ser, salvo puntuales excepciones, muy calóricas, sin embargo hay otro riesgo latente al prepararlas, y es que podemos agregar demasiada sal a la preparación. Esto es lo que sucede si haces las típicas gambas a la plancha, donde la sal gorda se añade al final, pasarse de la raya con la sal puede ser una bomba de relojería para hipertensos, sobre todo si tenemos en cuenta que la OMS recomienda un consumo diario de sal inferior a cinco gramos por persona.

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Las gambas no son buenas para todos

Gambas

Sin embargo, independientemente de la forma en prepares las gambas o los langostinos hay un par de problemas en la rueda que nutricionalmente no nos conviene asumir. Estos están vinculados a la diabetes, a problemas nefrológicos y al sobrepeso, además, como ya hemos dicho, de a ciertas complicaciones con la tensión arterial, la ingesta de gambas y langostinos debe ser muy cuidadosa y moderada con cierto tipo de personas.

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Las gambas y el colesterol

Gambas Y Colesterol

El primer problema es un viejo conocido, nos referimos al colesterol, pues las gambas y los langostinos tienen, según informa Clínica Universitaria de Navarra, unos 200 miligramos por cada 100 gramos de producto. Una concentración que los pone en cabeza dentro de los mariscos, donde comparten el lugar con los calamares (220 miligramos por cada 100 g de producto), pero muy lejos de productos como langostas, sardinas u ostras, que estarían por debajo de esa franja de 200 miligramos y los convierte en opciones más saludables.

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Hipercolesterolemia

Hipercolesterolemia

La hipercolesterolemia se presenta cuando hay unos niveles elevados de colesterol, el verdadero problema es que estos niveles están vinculados a diferentes cardiopatías que, en grado extremo, podrían suponer mayores riesgos de infarto, de accidentes cerebrovasculares o de anginas de pecho. Además, ciertos hábitos cotidianos como fumar, beber alcohol o un estilo de vida sedentario contribuyen a aumentar el riesgo de aumento de peso o la diabetes.

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Las gambas y las purinas

Gambas Y Purinas

El otro gran riesgo de los langostinos y gambas, al igual que el del resto de crustáceos, se refiere a la ingesta de purinas, éstas son las culpables del aumento del ácido úrico, es decir se presenta una condición igual de grave llamada hiperuricemia, una patología que más allá de efectos como la gota, está estrechamente vinculada a parámetros hemodinámicos como aumentos de presión auricular, pulmonar y arterial, además de una disminución del índice cardiaco y que en pacientes con hipertensión y otras enfermedades concomitantes como la diabetes o la obesidad multiplican los factores de riesgo de unas inocentes gambas.

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Contaminación por metal pesado

Cadmio

Otra de las complicaciones más complicaciones más preocupantes de las gambas y langostinos, es que hay una práctica habitual, chupar o consumir la cabeza, pero esta práctica fácilmente evitable, es peligrosa porque podemos estar ingiriendo cadmio metal pesado y toxico, como el que se suele encontrar en los pescados con mercurio. En cualquier caso, advierten desde la Fundación Española de Nutrición, que un consumo elevado de cadmio se origina una ingesta de medio kilo de gambas a la semana, es decir que no se contempla riesgo en un consumo esporádico de cabezas de gambas y otros crustáceos.

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Todo con moderación

Gambas

La ingesta de gambas no es en sí misma peligrosa, como hemos visto pueden ser un alimento con alto contenido nutrimental, sin embargo si se padecen condiciones de salud como diabetes, hipertención o exceso de ácido úrico en la sangre se ha de vigilar con mayor medida el consumo de gambas, que además debe ser bastante reducido. También, es importante no consumir en exceso y comprar las gambas de una fuente confiable, para eliminar la posibilidad de contaminación con cadmio.

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