Siempre es buen momento para visitar Gran Canaria

Cualquier época del año es perfecta para descubrir Gran Canaria. Entre sus incontables atractivos, destaca su fantástico clima, que se mantiene suave durante todo el año, entre los 18ºC en invierno y los 25ºC en verano. Un verdadero oasis para olvidarse del frío invernal y desconectar de la rutina.

A menos de tres horas en avión, es posible disfrutar de una escapada paradisíaca sin vaciarse el bolsillo. La isla cuenta con una oferta turística tan amplia, que hay opciones para todos los presupùestos. Por ejemplo, existen Bungalows en Gran Canaria, que permiten alojarse con amigos o en familia a precios muy convenientes.

Qué hacer en Gran Canaria, un continente en miniatura

La isla propone planes para todo los gustos. Los amantes del mar, disfrutarán de las aguas cristalinas de Gran Canaria, cuya temperatura oscila entre los 18º y 25º durante todo el año. Perfectas para disfrutar de deportes acuáticos o explorar la flora y fauna de sus atractivos fondos submarinos.

Imposible no asombrarse contemplando las espectaculares Dunas de Maspalomas, un espacio natural protegido de más de 400 hectáreas, cuyo perfil va cambiando a capricho del viento. Un paisaje de gran belleza y singularidad que parece sacado de otro planeta. Resulta hipnótico admirar el contraste entre este desierto de arena dorada y el azul brillante del océano Atlántico. Es sin duda, uno de los lugares más mágicos de la isla para disfrutar del atardecer.

Muy cerca se encuentra, el imponente Faro de Maspalomas, que fue construido en 1861, y divide Maspalomas y Meloneras. Un agradable y popular paseo marítimo repleto de tiendas de souvenirs, heladerías, restaurantes y boutiques, que atrae a muchísimos turistas y locales al caer el sol.

Y es que Gran Canaria no es solo sinónimo de playas; por algo la comparan con un continente en miniatura. Quienes quieran explorar la isla más en profundidad, descubrirán grandes contrastes entre los extensos arenales de sus costas y los densos bosques de sus montañas. Merecen mención aparte
sus coloridos y cuidados pueblos como Arucas, la cuna del ron canario; Firgas, la villa del agua o Fataga y su valle de las mil palmeras. La distancia de norte a sur de la isla es de unos 90 kilómetros de largo por lo que se pueden hacer cómodamente excursiones de día.

Otro pueblo pintoresco, que merece una visita es Mogán, la llamada Venecia canaria, por los canales que lo recorren y que comunican el antiguo puerto pesquero y el muelle deportivo. Mogán es uno de los rincones más instagrameables de la isla, gracias a sus casas de pescadores, de fachadas blancas con puertas y contraventanas de colores, adornadas de preciosas buganvillas dignas de postal.

Gran Canaria es también una isla de sabores y los visitantes disfrutarán de sus productos autóctonos, como sus deliciosos pescados frescos acompañados de sus célebres papas arrugadas con mojo picón, verde o rojo; o el suculento sancocho. Tampoco se debe dejar de probar el gofio, una harina elaborada con cereales tostados, que los canarios añaden a multitud de platos, tanto dulces como salados.

Todo ello convierte a Gran Canaria en el lugar perfecto para desconectar en cualquier momento del año. Unos días de relax y descanso en los que elegir el plan que hacer cada día será la única preocupación.